Las series coreanas vienen pisando fuerte desde hace varios años, pero fue el fenómeno global de El juego del calamar lo que terminó por consolidarlas como protagonistas indiscutidas dentro del catálogo de Netflix. Sin embargo, este boom no fue casual ni repentino: desde principios de los 2000, Corea del Sur se posiciona como una de las industrias audiovisuales más interesantes del mundo, con reconocimiento en festivales internacionales y una creciente base de fanáticos.
Uno de los éxitos más recientes es Karma, dirigida por Lee Il-hyung (A Violent Attorney) y basada en el webtoon de Choi Hee-seon. La misma entrelaza las vidas de seis personajes marcados por secretos, traumas y decisiones que tienen consecuencias fatales. En esta historia no hay inocentes: todos deben rendir cuentas por sus actos. Pero entre tanta oscuridad, una figura emerge: Lee Ju-yeon, una doctora decidida a hacer justicia por un crimen que marcó su adolescencia.
Final explicado de Karma, la serie coreana de Netflix
Karma comienza con un accidente y un incendio que dejan dos muertos y un herido con quemaduras graves. Este último, atendido por Ju-yeon en el hospital, parece ser Park Jae-yeong, pero pronto sabremos que no todo es lo que parece.
Jae-yeong, acosado por deudas, idea un plan macabro: asesinar a su padre para cobrar el seguro de vida. Para ello recurre a Jang Gil‑ryong, un excompañero de trabajo que acepta ejecutar el crimen a cambio de dinero. Pero el cuerpo del anciano no aparece como un simple accidente, lo que complica los planes. En paralelo, Han Sang‑hun, un médico adinerado, atropella accidentalmente al mismo hombre. Para ocultar la evidencia, se ve envuelto en una red de chantajes liderada por Kim Beom-jun, quien más adelante revelará ser una pieza clave en esta historia de identidades cruzadas y mentiras letales.
Mientras tanto, la doctora Ju-yeon intenta cerrar una herida abierta desde su adolescencia. Fue víctima de un abuso sexual del que participaron varios compañeros del colegio, entre ellos Park Jae-yeong y su novia Yu-jeong. Al descubrir que el herido que llega al hospital podría ser su agresor, Ju-yeon decide vengarse. Pero el giro es brutal: el hombre que sobrevive al incendio no es Jae-yeong, sino Kim Beom-jun, que usurpó su identidad luego de asesinarlo.
El karma llega para todos. Kim Beom-jun, quien creyó haber escapado, termina siendo secuestrado por prestamistas que lo confunden con Jae-yeong. Le extraen los órganos como castigo, en una operación realizada, justamente, por el prometido de Ju-yeon, quien descubre su verdadera identidad. Así se concreta la venganza.
Ju-yeon, por su parte, no mata a Beom-jun cuando tiene la oportunidad. Decide detenerse, se libera del rencor y rompe con el ciclo de violencia. Es la única que sobrevive. El final de la serie la muestra renunciando a seguir investigando, dejando atrás el pasado y, finalmente, durmiendo sin pesadillas.
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