After the Hunt (traducida al español como Cacería de brujas) es una película con tintes de suspenso psicológico, dirigida por Luca Guadagnino, con guion de Nora Garrett. La película se estrenó en 2025 y plantea un conflicto moral, profesional y emocional: una acusación de abuso sexual en el ámbito universitario, viejos traumas y la ambigüedad de la verdad. Protagonizan Julia Roberts, Andrew Garfield y Ayo Edebiri.
La trama de "Cacería de brujas"
La historia gira en torno a Alma Imhoff (Julia Roberts), una profesora de filosofía en la prestigiosa Universidad de Yale, quien regresa a su puesto tras un largo descanso por problemas de salud. Su colega y amigo cercano, Hank Gibson (Andrew Garfield), y su estudiante estrella, Maggie Resnick (Ayo Edebiri), también se encuentran esa noche en una cena en la casa de Alma y su esposo, el psicoterapeuta Frederik Mendelssohn.
Al día siguiente, Maggie acusa a Hank de haberla agredido sexualmente en su casa, luego de que él la acompaña tras la cena. Hank lo niega, aduciendo que Maggie lo invitó voluntariamente y además sugiriendo que ella podría estar inventando el ataque porque previamente lo había acusado de plagio. Alma se ve atrapada entre su deseo de proteger sus relaciones.
Mientras tanto, surge un pasado oculto de Alma: años atrás, siendo adolescente, ella había acusado a un amigo de su padre de abuso sexual, una acusación que luego retractó. Maggie descubre esta historia al encontrar un recorte de diario antiguo y lo hace público, lo que genera una crisis personal y profesional para Alma.
El final de "Cacería de brujas" y por qué puede parecer tan “extravagante”
El clímax del film no cierra con una verdad definitiva sobre si Hank cometió o no la agresión. Tras plantearse una versión más oscura, Hank, despedido de Yale, intenta seducir a Alma en su departamento, ella lo rechaza y él reacciona mal. Alma colapsa por culpa o problemas de salud, y confiesa a Frederik su propio pasado traumático, reconociendo que, aunque ella misma retractó su acusación de cuando era adolescente, aunque sí fue víctima de manipulación y grooming.
Luego de un salto temporal de cinco años, Alma es decana de la universidad; Maggie se comprometió con una mujer y parece haber dejado atrás la búsqueda de retribución. Las dos mujeres se reencuentran en un restaurante en donde Maggie admite que desistió de pedir justicia, dice que ya no busca revancha y Alma dice que se considera feliz. Maggie le suelta: “Lo lograste, ganaste”. Enseguida, Alma paga con un billete de 20 dólares. La cámara enfoca el billete. En ese momento, la voz del director (Guadagnino) dice “¡Corte!” y termina la película, rompiendo la cuarta pared.
¿Por qué un desenlace tan poco convencional?
Según el propio Guadagnino, esa reunión final entre Alma y Maggie representa una “reconciliación necesaria pero falsa”: un cierre superficial que no borra cicatrices ni determina con certeza quién decía la verdad. Más bien, invita al espectador a reflexionar sobre las heridas, los silencios, la verdad, la memoria, el poder, la performatividad.
El “corte” al final funciona como una metáfora visible: recuerda que lo que se vio es una construcción, una historia contada, con personajes que representan ideas, sin certezas absolutas y deja al público la tarea de juzgar lo que crea verdadero.
