El Extraño (The Wailing) es una joya del cine de terror surcoreano estrenada en 2016 y dirigida por Na Hong-jin. Desde su debut, se consolidó como un fenómeno internacional por su atmósfera enrarecida, su mezcla de géneros y su final enigmático que todavía genera debates.
La historia gira en torno a Jong-goo, un policía de un pequeño pueblo, que investiga una serie de crímenes violentos atribuidos a una misteriosa infección. Las víctimas, en aparente estado de posesión, terminan asesinando a sus propias familias. Todo se complica aún más cuando su hija, Hyo-jin, comienza a presentar los mismos síntomas, y Jong-goo entra en una carrera contrarreloj para salvarla, adentrándose en un mundo de rituales, chamanes y entidades sobrenaturales.
¿Qué pasa en el final de "El Extraño"?
El final de El Extraño es oscuro, confuso y deliberadamente ambiguo. La película plantea dos caminos posibles: ¿quién es realmente el origen del mal que arrasa con la aldea? ¿El hombre japonés que vive en el bosque, o la mujer enigmática conocida como Moo-myung?
Luego de un fallido intento de exorcismo para salvar a Hyo-jin, Jong-goo recibe dos versiones: Moo-myung asegura haber atrapado al demonio (el hombre japonés) y le pide que no vuelva a su casa si quiere salvar a su hija. Por otro lado, el chamán Il-gwang lo convence de que Moo-myung es el verdadero peligro. Jong-goo, confundido y quebrado, toma una decisión impulsiva: rompe el hechizo de protección que Moo-myung había colocado, desata el caos y regresa a su casa. Allí encuentra a su familia destruida y a su hija convertida en una asesina. Finalmente, ella lo apuñala, y así, con una tragedia inevitable, se sella su destino.
Dos teorías enfrentadas: ¿quién era el verdadero demonio?
1. Moo-myung como figura maligna
Algunos indicios apuntan a que Moo-myung podría haber sido la causante de todo. Jong-goo nota que ella posee objetos de varias víctimas y que su presencia descompone físicamente a Il-gwang. Aunque parecía una aliada, hay pistas que sugieren que pudo haber manipulado la situación desde el principio.
2. El hombre japonés como demonio verdadero
Sin embargo, la mayoría de las señales indican que el hombre japonés es, en efecto, una entidad demoníaca. Su altar muestra pruebas de asesinatos, sobrevive a ataques físicos imposibles, y en una secuencia clave se transforma en una criatura monstruosa. Además, Il-gwang parece estar trabajando con él, revelando una conspiración más profunda.
Lo más impactante del final es que todo podría haberse evitado. Jong-goo no logra decidir en quién confiar y actúa desde el miedo y la desesperación. Su error de juicio rompe la protección que podría haber salvado a su hija, permitiendo que el mal la posea. La película muestra que, en última instancia, el mal triunfa no por ser más fuerte, sino por la duda y la fragilidad humana frente a lo inexplicable.
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