Sacro Santo: un grotesco místico como metáfora de los caídos en las crisis argentinas

La obra del autor y director Damián Smajo se presenta los domingos a las 20 en El excéntrico de la 18° y sigue a una santa desesperada en un entorno rural que la oprime.

16 de abril, 2025 | 19.26

Sacro Santo, la nueva obra del autor y director Damián Smajo, revive las historias rurales del interior argentino desde una estética trash y sigue el calvario de una santa rodeada de personajes trágicos que la usan para su conveniencia. En diálogo con El Destape, el autor adelanta su nuevo trabajo, que sigue expandiendo una mirada fresca sobre las maneras de llevar el grotesco criollo al teatro.

Tanto Sacro Santo como tus últimos trabajos en teatro -Como pata de chancho y Polvareda en los ojo- son historias del interior, los pueblos y el folclore criollo. ¿Cuál es el detrás de escena de esa búsqueda?

- Son mis raíces, nací en el campo, en un pueblo muy chiquito del sur de Santa Fe. Entonces, es un poco lo que traigo… yo tengo tres o cuatro cosas para contar y una de esas, y la más fuerte, es de dónde vengo, un pueblo muy atravesado por los mitos y por lo que circula en el campo por la noche. Es una repetición adrede que en mis obras aparezca el mismo escenario, siento que ahora es lo que me atrae para contar historias y es un lugar muy posibilitador, porque no hay nada de nada y eso te permite “pegarte el viaje” para imaginar lo que puede ocurrir allí. Y a la vez es una excusa enorme para buscar actuación, que es lo que más me interesa. Estos mundos son super extraños y hacen que el actor no tenga límites a la hora de salir a actuar y correrse del costumbrismo, jugar con lo grotesco y con los tiempos.

En Sacro Santo lo que me interesaba contar es que siempre hay una víctima que va a pagar por todos los culpables que están alrededor. En la obra la víctima es una santa ultrajada, pero esta idea es algo que pasa constantemente… es lo que vivimos ahora, por ejemplo, con la nueva deuda que vamos a contraer con el FMI. ¿Por qué tenemos que volver a pagar esto?, ¿por qué siempre somos las víctimas de las decisiones de 10 monstruos que nos llevan hacia esos lugares? 

Sacro Santo. (Crédito de foto: Mauricio Cáceres).

En la obra hacés mucho hincapié en el derrotero de esta santa en condiciones precarias…

- Sí, y en las cosas que uno es capaz de hacer en un estado de desesperación. Es algo que en la obra puede verse cuando la santa sale a vender su sangre, corrompe su cuerpo porque ya no sabe qué hacer. Es un ser sumamente marginal y roto, muy en la orilla. Si bien esto en la obra está abordado desde un lugar de parodia y llevado al extremo, estas acciones y conductas sociales son algo que ya está circulando actualmente en muchos lugares del país. La gente está desesperada.

A la par de esto, en estas zonas mucha gente tiene una necesidad muy grande de creer en algo, en expresar su devoción a los santos populares. ¿Qué es lo que más te interesa de este aspecto?

- Me encanta que sea algo tan arraigado a los pueblos del interior. Creo que ahí hay algo muy curioso. Yo vengo de un pueblo muy católico y sucede que la religión maneja el orden del pueblo y no hay muchas salidas. No quiero ofender a nadie que tenga fe, yo respeto muchísimo las creencias, pero la religión es uno de los pocos lugares que permite que buena parte de las personas que viven en estas zonas se mantengan en pie en ciertas situaciones que circulan por ahí y son muy tremendas.

En mi camino personal, de los santos populares y mitos respeto y creo en el Gauchito Gil. Y siento que hay algo de la conexión entre los santos y la naturaleza que solo pasa en el campo y que es muy difícil de sentir si estás en una ciudad. Cuando te aislás, podés conectarte con la tierra y con los mitos. En la obra, por ejemplo, está “la luz mala”, clásica presencia sobrenatural citada por quienes viven en zonas rurales.

Sacro Santo. (Crédito de foto: Mauricio Cáceres).

"El grotesco criollo se ha perdido en el teatro argentino"

Me pasa que no suelo encontrar mucha oferta teatral que vuelva a los géneros argentinos clásicos, como el grotesco. ¿Compartís mi mirada? 

- Comparto la mirada, el grotesco criollo se ha ido perdiendo en el teatro argentino. Estamos en una época muy lavada y llevada a la performance cuando la verdad es que tenemos una base re fuerte de donde agarrarnos: están Tita Merello, Urdapilleta, Gasalla y Pinti, pienso que hay volver a esas bases fuertes.

¿A qué creés que se debe la poca exploración de los géneros clásicos?

- Pienso que hay algo de la rapidez y lo instantáneo que es muy seductor para los actores y actrices del teatro independiente, porque, en general, vivimos muy mal y algunos priorizan montar obras rápido y en corto tiempo, y eso no te permite explorar el material. Otra cosa que pienso, es que este tipo de obras son muy complejas para el público y por eso se busca algo más efectivo, una apuesta segura.

Sacro Santo, de Damián Smajo, puede verse los domingos en el teatro El excéntrico de la 18° (Lerma 420, CABA).