Jasper Philipsen se impuso en un sprint reducido para adjudicarse la décima victoria de etapa de su carrera en el Tour de Francia y hacerse con el maillot amarillo, mientras que Jonas Vingegaard se mostró agresivo en la etapa inaugural del sábado.
El ciclista belga superó de forma impresionante al eritreo Biniam Girmay y al noruego Soren Waerenskjold, mientras que el danés Vingegaard y el esloveno Tadej Pogacar, defensor del título, cruzaron la meta en el grupo de cabeza.
"Ha sido una actuación perfecta del equipo. Hemos estado ahí todo el día en una etapa realmente nerviosa y sabíamos que teníamos que estar delante cuando se produjera la separación. El equipo ha estado increíble, y yo sólo tenía que rematarlo", dijo Philipsen.
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El belga, que ganó el maillot verde de la clasificación por puntos en 2023, luce ahora la camiseta más prestigiosa del ciclismo. "No podría haber soñado con esto: llevar el maillot amarillo y tener algo así colgado en mi casa va a ser increíble", afirmó.
En el minipelotón de cabeza estuvieron ausentes los aspirantes al podio Remco Evenepoel y Primoz Roglic, que se vieron atrapados en el extremo equivocado de una escisión provocada por una brutal aceleración del Visma-Lease a Bike de Vingegaard a 17 kilómetros de la línea de meta, y terminaron a 39 segundos.
El movimiento decisivo en carreteras estrechas con vientos cruzados pilló desprevenido al dúo, mientras que Pogacar sí se mantuvo alerta.
"Ha sido un día agitado y, como pensábamos, al final se han abierto brechas, pero hemos estado delante, gracias a un buen trabajo del equipo, que al final ha dado sus frutos", declaró Pogacar.
La etapa estuvo marcada por el drama y la decepción desde el comienzo, ya que el italiano Filippo Ganna fue el primer corredor en abandonar la carrera, seguido poco después por su compatriota Stefan Bissegger, especialista en contrarreloj, tras sufrir ambos una caída.
Para colmo de males, el campeón del Giro de Italia Simon Yates, compañero de Vingegaard, no pudo aguantar el ritmo del grupo delantero y se distanció en la parte final.
La caótica jornada inaugural hizo honor a su reputación, con múltiples caídas que aumentaron el nerviosismo y subrayaron la naturaleza implacable de las primeras etapas de la ronda gala.
La segunda etapa será un recorrido de 209,1 kilómetros entre Lauwin-Planque y Boulogne-sur-Mer.
(Escrito por Julien Pretot; editado en español por Carlos Serrano)