Por qué el Mundial de fútbol de Selecciones se juega cada cuatro años

Si bien el Mundial 2026 promete romper todos los récords, hay una tradición que nunca cambió: la Copa del Mundo se disputa cada cuatro años. Detrás de esta periodicidad histórica hay razones deportivas, políticas y logísticas que explican por qué el mayor espectáculo del planeta no puede jugarse más seguido.

04 de diciembre, 2025 | 15.00

Desde 1930, la Copa del Mundo es el corazón del fútbol global. Con 22 ediciones disputadas y una historia atravesada por conflictos, cambios estructurales y transformaciones del deporte, el Mundial mantiene una frecuencia cuatrienal que no es casual. La FIFA repetirá ese esquema en 2026, cuando el torneo experimente la mayor expansión de su historia.

La próxima edición -la primera organizada de manera conjunta por Estados Unidos, México y Canadá- tendrá 48 selecciones, 104 partidos y 16 sedes, un despliegue sin precedentes que consolida al Mundial como el evento deportivo más grande del planeta. En ese sentido, vuelve a surgir la pregunta que cada tanto reaparece en redes y programas deportivos: ¿por qué no se juega con más frecuencia?

Por qué los Mundiales de fútbol son cada 4 años

Desde su creación en 1930, cuando Uruguay venció a Argentina en la final, la Copa del Mundo se integró al calendario global como un evento de máxima prioridad. La FIFA decidió que la frecuencia fuera de cuatro años principalmente para no superponerse con otras competencias de peso:

  • Copa América.
  • Eurocopa.
  • Torneos continentales en Asia, África, Oceanía y Concacaf.

Si el Mundial se jugara cada dos años —como Gianni Infantino insinuó en 2021 y recibió un rechazo generalizado de UEFA y Conmebol— el calendario internacional colapsaría. Los clubes y selecciones ya están al límite, y una Copa del Mundo más frecuente desataría tensiones económicas y deportivas.

Además, la clasificación requiere tiempo y logística: las Eliminatorias continentales son extensas, costosas y fundamentales para asegurar competitividad, algo que sería inviable si el torneo fuese anual o bianual.

Logística, dinero y política: la maquinaria detrás del evento más grande del mundo

Organizar un Mundial no es solo abrir estadios. Implica infraestructura, transporte, seguridad, hospedaje, inversión pública y privada, acuerdos diplomáticos y un despliegue masivo que ningún país podría repetir tan seguido.

De hecho, el Mundial 2026 -con 48 equipos y 104 partidos- marca el formato más complejo en la historia del fútbol. Según la propia FIFA, el nuevo esquema fue aprobado en 2023 luego de evaluar:

  • Bienestar de los jugadores;
  • Desplazamiento de selecciones;
  • Integridad deportiva;
  • Atractivo comercial;
  • Experiencias de los aficionados.

Un evento de esta magnitud necesita tiempo para planificarse. Además, los países necesitan años para preparar nuevas sedes, estadios y servicios. Sin ese intervalo, el Mundial perdería viabilidad y calidad.

El nuevo formato del Mundial 2026

El torneo pasará de 8 grupos de cuatro a 12 grupos de cuatro. Clasificarán:

  • Los dos primeros de cada zona.
  • Los ocho mejores terceros.
  • Así se suman 16 partidos más solo en la fase inicial.

Cada selección tiene garantizado un mínimo de tres partidos, y el nuevo diseño reduce riesgos de arreglos, asegura mayor equidad en descansos y multiplica la emoción (y los ingresos).

Este proceso de expansión refuerza la necesidad de mantener el ciclo de cuatro años: un Mundial más frecuente saturaría a jugadores, clubes y federaciones.