Acuerdo comercial con EE.UU.: cómo perjudica la economía en Santa Fe

El anuncio del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y Argentina expone un giro drástico en la política exterior y económica del país y la provincia.

14 de noviembre, 2025 | 12.17

El gobierno de Donald Trump anunció un entendimiento con su par argentino, a través del cual se aseguró importantes preferencias para el ingreso de productos y protección de inversiones, en una negociación en que la cancillería argentina aceptó todos y cada uno de los condicionamientos del país del norte. El acuerdo trae serias alertas en el sector lácteo, porcino y avícola.

La administración Trump hizo valer el salvataje para obtener un entendimiento que amplía de manera significativa los beneficios para sus exportadores e inversores. El entendimiento, que será elevado a firma una vez finalizado el texto definitivo, reformatea la relación entre ambos países, al influjo de la creciente dependencia política y financiera que el gobierno de Milei desarrolló con Trump

El acuerdo establece que Argentina otorgará preferencias arancelarias a exportaciones estadounidenses como medicamentos, químicos, maquinaria, tecnología, dispositivos médicos, vehículos y productos agrícolas. EEUU eliminará aranceles para ciertos recursos naturales no disponibles en su país y para artículos no patentados para uso farmacéutico. Por otra parte, ambos países mejorarán el acceso bilateral en carne vacuna.

El impacto en Santa Fe

Si bien Estados Unidos no es un destino relevante para las exportaciones santafesinas —representa solo el 1,9% del total colocado en el exterior en los primeros nueve meses de 2025— sí ocupa un rol central como proveedor. Con el 5,6% de las importaciones que ingresan por aduanas de la provincia, es el cuarto origen de compras externas, detrás de Paraguay, Brasil y China.

Ese desequilibrio comercial anticipa un impacto mayor en la estructura productiva santafesina. Los rubros que encendieron alarmas son el lácteo, el porcino y el avícola, sectores que ya operan con márgenes ajustados y fuertes costos locales.

 Estados Unidos rankea más alto cuando se analiza el origen de las importaciones. Según el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec), con datos de ocho meses del año el país que gobierna Donald Trump fue el cuarto proveedor en ingresar bienes por las aduanas locales, con el 5,6% del valor ingresado, y detrás de Paraguay, Brasil y China.

Para una provincia donde la producción avícola y porcina es estratégica, el riesgo de desplazamiento por importaciones subsidiadas es real. La habilitación de ganado vivo estadounidense y el relajamiento de restricciones sobre denominaciones queseras y cárnicas podrían profundizar la competencia en un contexto de costos domésticos elevados.

El capítulo agrícola avanza en varias direcciones. Argentina abrió su mercado a ganado vivo de EEUU y permitirá el ingreso de carne aviar en el plazo de un año. No impondrá restricciones al uso de ciertos términos queseros y cárnicos. También se simplificarán trámites para carne vacuna, productos cárnicos, menudencias y carne de cerdo. Y no exigirá la inscripción de plantas estadounidenses para importar lácteos.