Luego de mantener congeladas las tarifas durante nueve meses, el Gobierno nacional aplicó un aumento del 21,5% en el precio del boleto de colectivo para las líneas nacionales del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La medida fue oficializada a través de la Resolución 28/2025 de la Secretaría de Transporte, firmada por el nuevo titular del área, Luis Pierrini, y publicada en el Boletín Oficial.
El incremento se aplicará en tres tramos: un primer aumento del 7% que ya fue realizado el pasado 23 de mayo, un segundo del 6,8% el 18 de junio y un tercero del 6,3% el 16 de julio. Con estos ajustes, el boleto mínimo pasará de $397 a $451 para los usuarios que cuentan con tarjeta SUBE registrada.
¿Qué líneas de colectivo se verán alcanzadas?
La suba impactará únicamente en las líneas nacionales, es decir, aquellas que cruzan los límites entre Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense (como la General Paz o el Riachuelo) y que, por lo tanto, están bajo jurisdicción del Estado nacional.
Estas son las 113 líneas nacionales de colectivos que tendrán aumentos:
1, 2, 5, 8, 9, 10, 11, 15, 17, 19, 21, 22, 24, 28, 29, 31, 32, 33, 36, 37, 41, 45, 46, 51, 53, 55, 56, 57, 59, 60, 63, 67, 70, 71, 74, 75, 78, 79, 80, 85, 86, 87, 88, 91, 92, 93, 95, 96, 97, 98, 100, 101, 103, 104, 105, 110, 111, 112, 113, 114, 117, 119, 120, 121, 123, 124, 125, 126, 127, 128, 129, 130, 133, 134, 135, 136, 137, 140, 141, 143, 146, 148, 150, 152, 153, 154, 155, 156, 157, 160, 161, 162, 163, 164, 165, 166, 168, 169, 170, 172, 174, 176, 178, 179, 180, 181, 182, 184, 185, 186, 188, 190, 192, 193, 194 y 195.
En cambio, no se verán afectadas por este aumento las 31 líneas de colectivos que circulan exclusivamente dentro de la Ciudad de Buenos Aires, administradas por el Gobierno porteño, ni aquellas que funcionan solo dentro de los municipios bonaerenses, reguladas por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Estas líneas siguen un esquema diferente de actualización tarifaria, con aumentos mensuales ajustados por inflación más un 2%, vigente desde marzo de este año.
Este aumento representa un giro en la política del Gobierno, que hasta hace pocas semanas aseguraba que no habría subas inminentes en el transporte. La decisión se tomó tras la llegada de Pierrini a la Secretaría de Transporte y en medio de un clima de tensión con el gremio de colectiveros, marcado por el paro nacional del 6 de mayo. El nuevo esquema tarifario permitiría a las empresas contar con mayor margen financiero para afrontar mejoras salariales en el sector.
Este ajuste es parte de un proceso de reordenamiento tarifario en el transporte público del AMBA, que también incluirá, en junio, nuevas subas en el subte porteño, que se acerca al umbral de los $1.000 por viaje.
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