La actividad económica volvió a mostrar señales de debilidad en noviembre. Según un informe de la consultora Equilibra, el nivel de actividad registró una caída mensual del 0,5%, profundizando el escenario de crisis económica que atraviesa el cierre del año. Aunque el dato interanual se mantuvo estable, el retroceso desestacionalizado expone un freno en sectores clave.
El anticipo del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) elaborado por Equilibra mostró que en noviembre de 2025 la actividad económica se contrajo 0,5% mensual desestacionalizado, luego de un octubre también negativo.
En la comparación interanual, el indicador se mantuvo en 0%, lo que refleja un estancamiento más que una recuperación sostenida. De acuerdo con el informe, el nivel de actividad quedó 0,8% por debajo de febrero de 2025 y aún se mantiene 1,4% debajo del récord alcanzado en junio de 2022, una señal clara de las dificultades para consolidar el crecimiento.
Sin el agro, la economía profundiza la caida
Uno de los datos más relevantes del relevamiento de Equilibra es la divergencia entre sectores. El EMAE sin el agro cayó 0,3% interanual y 0,8% mensual, aportando la mayor parte del retroceso de noviembre. Este desempeño contrasta con el sector agropecuario, que creció 4,5% interanual, impulsado principalmente por la producción de trigo y leche.
“El agro vuelve a funcionar como amortiguador, pero la economía real muestra signos claros de agotamiento”, advirtió el informe.
Industria, construcción y comercio, los más golpeados
Entre los sectores más afectados por la caída de la actividad económica se destacan:
- Industria, con una contracción interanual cercana al 4,2%.
- Construcción, que continúa en terreno negativo por la baja de la obra pública y privada.
- Comercio y transporte, con caídas del 3,1% y 0,7%, respectivamente.
Estos rubros concentran buena parte del empleo urbano, por lo que su deterioro refuerza el clima de crisis económica y limita la recuperación del consumo.
A pesar de la caída mensual, Equilibra señaló que el promedio del trimestre móvil (septiembre-noviembre) mostró una suba del 0,7%, lo que permitiría sostener una mejora interanual del PIB cercana al 4,5% en los primeros once meses del año. Sin embargo, los analistas advierten que este dato no alcanza para revertir la fragilidad del escenario actual.
“La economía crece en el acumulado, pero pierde dinamismo hacia fin de año”, resumió el documento.
La lectura de noviembre deja un mensaje claro: la actividad económica enfrenta un freno persistente, con sectores clave en retroceso y una recuperación apoyada casi exclusivamente en el agro.
En un contexto de crisis económica, la evolución de diciembre y del primer trimestre de 2026 será clave para determinar si el estancamiento se transforma en una nueva fase contractiva o si logra estabilizarse.
