Cepo al dólar: traban el rulo con los financieros pero resurge una maniobra con el blue

Se revitaliza el arbitraje que en la city se conoce como el dólar puré: comprar divisas en el dólar oficial, revenderlos en el paralelo y hacerse de una diferencia en pesos diarias de 75 pesos por cada dólar vendido.

02 de octubre, 2025 | 11.57

Cuando una represa comienza a mostrar fisuras, los parches para evitar un desborde suelen no ser eficaces con el tiempo. Como el agua, la imaginación argentina siempre encuentra resquicios legales para hacer negocios y aprovechar –o crea nuevas—grietas para seguir su curso. El Gobierno lo sabe pero no quiere entabla una cruzada con la clase media votante en octubre. El viernes pasado, ante el desborde de la demanda de dólares y con la intención de evitar que la liquidación del agro producto de la baja relámpago en las retenciones se fuera por la canaleta del dólar MEP o de contado con liquidación, prohibió ese arbitraje tanto para empresas como para personas humanas. La medida amplió la brecha entre el tipo de cambio oficial y los financieros al 10 por ciento, pero además revitalizó los precios en el blue, donde la brecha ya supera el 5 por ciento. De esta manera, se revitaliza la maniobra que en la city se conoce como el dólar puré, comprar divisas en el dólar oficial y revenderlos en el paralelo y hacerse en pocos pasos una diferencia en pesos diarias de 75 pesos por cada dólar vendido.

Las medidas financieras y cambiarias de las últimas semanas muestran el grado de descoordinación, impericia e improvisación inaudito. Los parches sobre un mercado ya restringido, aunque el Gobierno anunciara con bombos y platillos el fin del cepo, sólo incorporaron más ruido a la operatoria y el arbitraje de divisas, pero sin frenarlo en su totalidad. El endurecimiento del cepo que tuvo lugar en las últimas dos semanas se vincula con lo que se conoce como rulo financiero, que implicaba el arbitraje entre el mercado oficial y el financiero. Ya sea comprando más barato en el mercado único y libre de cambios y vendiendo en el financiero (a mayor valor) y volver con esos pesos a adquirir dólares. Una operación que, detrás de una pantalla, toma segundos y permitía aprovechar el diferencial de precios y volver a dolarizarse con un par de clics. Los que más utilizaban este mecanismo eran las empresas, sobre las que continuaban las restricciones al acceso en el mercado oficial, y se estima que por ese mecanismo se fugaron entre 5.000 y 8.000 millones de dólares.

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"Nuevo" cepo, confusión y el rulo posible

La dupla que integran el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, trabó el arbitraje entre el oficial y los financieros impidiendo la operatoria en el segundo mercado hasta 90 días posteriores al acceso a las divisas en los bancos. Primero fue para personas jurídicas y a la semana siguiente para “todos” (humanas y jurídicas). El grado de impericia quedó demostrado incluso en el comunicado del Banco Central que, con el “apuro”, al cambiar la redacción en la cual se obstaculiza el arbitraje obvió la participación de terceros intervinientes en el rulo. El articulado original del punto 3.8.5 de la resolución sobre mercado de cambios incluía la prohibición del rulo a accionistas, directores, síndicos y gerentes de empresas y “cónyuge o conviviente (por unión convivencial inscripta) o parientes hasta segundo grado de consanguinidad o primero de afinidad de las personas humanas comprendidas”.

El nuevo articular 3.8.5 sólo advierte que “en todos los casos, la entidad deberá contar con una declaración jurada del cliente en la que deje constancia que se compromete a no concertar, de manera directa o indirecta o por cuenta y orden de terceros, compras de títulos valores con liquidación en moneda extranjera a partir del momento en que requiere el acceso y por los 90 (noventa) días corridos subsiguientes”; obviando las relaciones parentales o con terceros. Consultado por este medio sobre la posibilidad de transferir los dólares adquiridos en un banco a un familiar para que los venda en el financiero, el organismo respondió que “sí, era posible”. Todo un sinsentido. Pero, además, deja abierta la posibilidad de volver con el dólar puré, una operatoria sencilla pero efectiva que permite comprar divisas al tipo de cambio oficial y revenderlas en los mercados paralelo o financiero, generando una ganancia inmediata que en la actualidad puede ser de hasta 75 pesos por cada dólar.

Cotizaciones del dólar: cuál es el precio del oficial, blue, MEP y CCL

  • Dólar oficial: $1450
  • Dólar blue: $ 1460
  • Dólar MEP: $ 1513,3
  • Dólar CCL: $ 1568,1
  • Brecha oficial/MEP: 4,36%
  • Brecha oficial/CCL: 8,1%

El cepo que nunca se fue

Cuando el Gobierno liberó el acceso al mercado oficial para individuos en abril último, también eliminó la restricción cruzada entre el mercado libre de cambios y el contado con liquidación (que implica comprar un bono o acción en pesos para venderlos en dólares, o viceversa) sobre las personas humanas. “Si bien las compañías seguían teniendo controles cambiarios, el esquema aseguraba que la brecha sea prácticamente inexistente: ante cualquier incremento relevante en el diferencial entre el MEP o el CCL y el tipo de cambio oficial, habría individuos arbitrando, comprando al oficial y vendiendo los financieros”, detalla un informe de la consultora 1816. Las empresas, desde entonces, tuvieron que elegir entre mantenerse en el tipo oficial (lo que les permitía importar al valor oficial, pero les impedía girar dividendos o dolarizar portafolios) o ir al financiero (sin restricciones para operar), sin poder cruzarse entre los mercados.

Durante cinco meses se convivió con este esquema, pero con una brecha entre el mayorista y el MEP que no superaba el 2 por ciento. “Este esquema, al no permitir brechas, tenía una implicancia muy importante: todo aumento fuerte de la demanda u oferta de MEP/CCL por parte del segmento corporativo, terminaba implicando movimientos en el oficial. Y todo aumento fuerte en la demanda u oferta de dólar oficial, terminaba impactando en el MEP/CCL. Básicamente, había un solo precio para el tipo de cambio y por eso coloquialmente se decía que se había levantado el cepo, pese a que continuaban las restricciones a empresas”, detalla el informe.

En las últimas semanas, tras la derrota aplastante del oficialismo en las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, la brecha se fue ampliando y el arbitraje, creciendo. Esto le impedía –lo que hasta el momento parecía no ser un objetivo oficial—acumular reservas. Pero la ayuda de Estados Unidos a la campaña de Javier Milei vino con condicionantes: “no te vas a gastar los dólares del Tesoro” para intervenir en el mercado. En medio de las promesas auxilio financiero, el Gobierno eliminó las retenciones hasta conseguir unos 7.000 millones de dólares (lo que consiguió en menos de 72 horas) y para evitar que los exportadores volvieran a convertir en dólares los pesos que se entregan contra su liquidación, se obstaculizó el rulo. El resultado fue que la colocación de bonos ajustados por tipo de cambio fueron recibidos, aunque sea a regañadientes, por los sojeros que no tenían otra opción para cubrirse de una segura devaluación para luego de las elecciones de octubre próximo.

En las últimas semanas, de altísima volatilidad, se veía por momentos que la brecha estaba muy presionada al alza, reflejo de que había empresas (corporativos locales o fondos del exterior) demandando CCL. Eso generaba transitoriamente un diferencial entre los tipos de cambio y por eso el Gobierno lo trabó el viernes pasado. De inmediato, la brecha se amplió al 10 por ciento. La medida le permitió al Tesoro comprar el último día de la semana el 77 por ciento de lo que liquidó el agro y lleva comprados unos 1.697 millones en cuatro ruedas, el 47 por ciento de los 3.617 millones que ya vendió el sector agroexportador. Entre este lunes y martes el agro debería liquidar otros 2.700 millones de dólares para completar el flujo de 6.300 millones, que es el 90 por ciento de los 7.000 millones de declaraciones juradas presentadas.

“Para lograr estas compras también fue fundamental que el BCRA y el Tesoro ofrezcan al mercado cobertura de corto plazo vinculada al FX oficial. Solo el viernes el Tesoro vendió 2.980 millones de títulos dólar linked cortos y el interés abierto en futuros aumentó 369 millones de dólar. “Es decir, en solo un día el mercado demandó cobertura neta corta (vencimientos cercanos) por 3.349 millones de dólares, un monto no muy distinto a lo que terminará comprando el Tesoro en el MLC en todos estos días”, refleja el informe de 1816.

La brecha entre el dólar oficial y el paralelo no sólo se reflejó en el cotejo contra el MEP o CCL, sino también a partir de la suba del blue. Actualmente, el tipo de cambio oficial se mantiene en 1.360 pesos y el blue en 1.435 pesos, con un diferencial de 75 pesos por billete verde o 5 por ciento. El denominado dólar puré había sido una práctica muy utilizada para quienes buscaban una diferencia en pesos para llegar a fin de mes, aprovechando una brecha que superaba el 50 por ciento. Si bien se está lejos de ese diferencial, en la medida que se amplíe la brecha actual, crecerá el arbitraje, empujando todavía más la distancia entre precios.