El alto costo del fútbol codificado aumenta el salto de los hinchas a la piratería

Las empresas iniciaron una campaña que pretende culpabilizar a las personas por consumir páginas que retransmiten los partidos del fútbol argentino sin la licencia correspondiente. Por qué aumenta el uso de este tipo de modalidad en vez de pagar por el servicio oficial.

02 de junio, 2025 | 18.10

En los instantes previos al inicio de la final del fútbol argentino entre Platense y Huracán se registró una curiosa publicidad en contra de la piratería: la transmisión oficial intentó emular el robo de una pelota como comparación del uso de páginas clandestinas para ver los partidos del campeonato. Lo que ignoran (o lo que no quieren ver) los dueños de los derechos es que los costos de los los servicios de telecomunicaciones y el pago adicional del codificado son inalcanzables para los sectores populares. Incluso cuando Clarín era el administrador de la televisación, los ingresos de los trabajadores tenían mayores posibilidades de adquirir el derecho de consumir el evento cultural más importante del país.

Mientras el pueblo calamar esperaba salir campeón de primera división por primera vez en su historia y los quemeros ansiaban cortar una racha de 52 años sin consagrarse, tanto TNT Sports y Espn Premium mostraron a un hombre vestido de negro que se llevaba la pelota del círculo central y corría por fuera del campo de juego. Se trataba de una campaña que pretende culpabilizar a las personas por consumir páginas que retransmiten los partidos del fútbol argentino sin la licencia correspondiente. La pregunta que cabe hacerse es por qué aumenta el uso de este tipo de modalidades en vez de pagar por el servicio oficial.

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Ver fútbol es cada vez más caro

El Destape tomó los precios del fútbol codificado en 2009 -previo al inicio de "Fútbol Para Todos" durante el kirchnerismo- y revisó cómo evolucionaron en relación al ingreso medio de la población. Según el boletín de estudios y estadísticas laborales que depende de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el ingreso medio de los ocupados en el segundo trimestre de 2009 era de 1.780 pesos y el precio del codificado que cobraba la empresa Cablevisión era de 32 pesos. En aquel momento, el monto representaba el 1,7% de un ingreso medio y se podía pagar hasta 55,6 codificados para seguir el fútbol argentino.

En la actualidad, el costo del denominado "Pack Fútbol" se ubica en un promedio de 16 mil pesos. De acuerdo al último dato disponible -cuarto trimestre de 2024-, el ingreso medio de los ocupados es de 714.220 pesos. Es decir, ahora representa el 2,24% de un ingreso medio y se podría pagar hasta 44,6 codificados por persona, lo cual se traduce en una caída de 11 en relación a 2009.

Por supuesto que el pack es un adicional servicio básico. Al observar los precios de las compañías DirecTv, Telecentro y Movistar, los planes que incluyen televisión por cable oscilan entre los 19 mil y los 50 mil pesos. Demasiado para un trabajador que tiene que solventar servicios de primera necesidad cada vez más caros.

Ver a tu equipo, una odisea

Cuando a tu club le toca jugar en el estadio del equipo contrario, la única opción del hincha es caer en el negocio audiovisual de las telecomunicaciones. De base, para saltar el laberinto y ver el partido en una página ilegal, hay que tener servicio de internet. Como pasó con Fútbol Libre, el bloqueo de estas alternativas serán cada vez más frecuentes por el impacto en el esquema de negocios de las empresas dueñas de los derechos. Esto sin mencionar el tortuoso proceso de cerrar pestañas en la computadora y el celular, una secuencia que hace declinar la opción para personas con cierto desconocimiento en el uso de este tipo de tecnologías.

La estrategia del deporte audiovisual viró del "ownership" -es decir, el concepto de propiedad del contenido por abono- a la estratificación extrema de contenidos que obliga a contar con la suscripción a numerosas plataformas. Ya no basta con la contratación unificada de un servicio.

A todo esto, el gobierno de Javier Milei liberó las tarifas de Internet, celulares y cable y les quitó el rango de servicios  “públicos, esenciales y estratégicos” que obligaba a las empresas de telecomunicaciones a regular los incrementos. De esta manera, se eliminaron los topes de los incrementos que fijaban un límite a las empresas del 5% y de hasta el 10% mensual. 

No es el motivo de este artículo promover el uso de la piratería, sino contar el por qué de la campaña emprendida por las empresas y la travesía económica a la que se expone un simpatizante del deporte que más conmueve a la Argentina.