El consumo sigue en caída libre a pesar de la moderación inflacionaria

El ancla salarial es la principal herramienta de la administración Milei para controlar la inflación. Mientras tanto, cae el consumo de alimentos. 

13 de junio, 2025 | 22.47

La moderación de la inflación de mayo –con un IPC que marcó un alza del 1,5% para mayo- es apenas un fotograma de una película que marca la crueldad de estos tiempos. El precio de los alimentos apenas se movió un 0,5% pero cada vez se consumen menos productos. Esto se podría entender como un programa macroeconómico de hambre llevado adelante por La Libertad Avanza (LLA).

El último informe de la consultora Focus Market -especializada en consumo masivo-, dio cuenta de una caída mensual en torno al 3,2%, mientras que en la comparación interanual, la merma fue de un punto porcentual. También se derrumbó la cantidad de tickets, especialmente en el rubro alimentos. Cada vez se compran menos bienes esenciales. Entonces, ¿qué festeja La Libertad Avanza?

El consumo masivo aún no repunta y mayo no fue la excepción. En los últimos meses, los datos oficiales muestran una desaceleración de la inflación, lo que en teoría debería permitir cierta recomposición del ingreso real. Sin embargo, este fenómeno no se traduce automáticamente en una mejora en el poder adquisitivo, especialmente en los sectores de clase media”, sostuvo Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.

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Consumo por regiones y tipo de comercios

La consultora Focus Market realiza de manera periódica un relevamiento por regiones. En la zona metropolitana, el consumo cayó 1,5% durante mayo, mientras que la facturación se mantuvo sin variación, frente al mes anterior. “En el interior del país, la caída fue del 4,1%, y la facturación otro 2,7% en la comparación mensual”, puede leerse en el informe citado.

También existen diferencias en relación al tipo de comercio, pero siempre dando cuenta de número negativos. El formato de tienda self-Independiente presentó una disminución del consumo de 2,1% ($10.478 de ticket promedio); el autoservicio grande cayó 3,8%, con un ticket promedio de $9.464; para el caso del autoservicio mediano la disminución fue del -4,0% con un ticket promedio de $7.254; y los autoservicio chicos presentaron una merma del 4,2% con un ticket promedio de $6.463.

Estos datos dan cuenta de una fuerte pauperización de los ingresos de los trabajadores y trabajadoras.

La baja de la inflación no es suficiente para reactivar el consumo. El comportamiento del consumidor muestra que el daño al poder adquisitivo fue profundo, y que el miedo ya no es a que suba el precio, sino a no administrar el ingreso para llegar a fin de mes”, analizó Di Pace.

El ancla salarial

El ancla de los salarios para contener la inflación. Esa es la estrategia que se viene aplicando desde el Poder Ejecutivo. En otras palabras, un programa político de hambre.

De acuerdo el instrumento de medición utilizado por la consultora, hubo una caída en el rubro alimentos tanto en su comparación con los niveles de facturación como de consumo. Es decir, los precios de los alimentos si bien dieron cuenta de cierta moderación durante mayo con un alza del 0,5% según el INDEC, las familias deben enfrentar una persistente pauperización de sus ingresos.

“Tras la baja en el poder adquisitivo del período enero-abril (-1,9% real estimado), el quinto mes del año -con algunas reaperturas en las paritarias- podría evidenciar un resultado neutro a ligeramente positivo. Sin embargo, hacia delante, con las autoridades reforzando el ancla salarial, el sendero de recuperación del poder adquisitivo luce limitado”, concluyó el informe de Focus Market.

Otros informes confirman la misma tendencia para el quinto mes del año. Según datos analizados por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, el consumo de alimentos y bebidas registró un descenso del 7,6%, seguido por Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-2,6%), Textil e indumentaria (-1,6%) y Calzado y marroquinería (-0,5%).

¿Y ahora qué?

Los precios de los bienes se movieron por debajo de la variación del dólar, aún con margen por el ajuste realizado en el mes de marzo anticipando la devaluación que significó el pase del crawling peg al esquema de bandas.

Por su parte, los servicios volvieron a posicionarse por encima de la variación del dólar, mostrando que la inercia inflacionaria persistirá. Así lo concluyó el último informe de la consultora Vectorial:

“Hacia adelante, cabe la pregunta si un segundo semestre con menor cantidad de dólares será compatible con un bajo grado de pass-through como se observó en abril y mayo. Por ende, la posibilidad de sostener la desinflación radicará en seguir conteniendo el ajuste de las tarifas de servicios públicos (lo que implica desandar el camino de acomodación de precios relativos) y en un pass-through limitado, lo cual solo es viable con niveles de consumo deprimido de ciertos bienes”.