Los panaderos de la provincia de Buenos Aires advirtieron que en los próximos días podría haber una nueva suba del pan que lo llevaría por encima del umbral que va de entre $ 4.0000 y $ 4.500 por la subas de costos. El impacto podría erosionar aún más el poder de compra de los ingresos más bajos, que todavía sufren a pesar de la desaceleración inflacionaria.
“Los insumos y las materias primas siguen subiendo, las ventas cayeron un cincuenta por ciento y, si esto sigue así, van a seguir cerrando panaderías”, resumió el presidente del Centro de Industriales Panaderos de Merlo y uno de los máximos referentes de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN), Martín Pinto. El dirigente recordó que ya son más de 1.400 las panaderías que tuvieron que cerrar sus puertas en todo el país y reconoció: “La gente hoy compra lo que puede y no lo que quiere”.
“Muy a nuestro pesar, es posible que tengamos que incrementar el precio de nuestros productos en los próximos días, para tratar de equilibrar un poco los costos de producción, aunque sabemos que esa no es la solución”, cuestionó. A su vez, sostuvo que “antiguamente los panaderos sacaban préstamos para arreglar su panadería o para comprar máquinas", pero hoy se "endeudan para pagar los aguinaldos, la luz, el gas, y ya no saben qué hacer”.
Además de las materias primas y las tarifas de los servicios públicos, "hay subas en Ingresos Brutos, en los impuestos municipales, la realidad es que se hace insostenible mantener los comercios”, agregó Pinto. Por esta razón "sigue creciendo el trabajo clandestino, que no paga alquileres, impuestos ni sueldos, y que no solo perjudica a la industria panadera", sino que es un "serio riesgo para la población", porque "muchas veces el pan se fabrica en lugares sin la higiene y las condiciones de salubridad que tiene que tener la elaboración de productos alimenticios”, advirtió el representante del CIPAN.
Con Milei, las ventas en las panaderías cayeron hasta un 40% y muchos locales cerraron
Las panaderías de la provincia de Córdoba sufrieron una baja en las ventas de hasta un 40%. El derrumbe del consumo por la pérdida de poder adquisitivo del salario, el aumento en tarifas y la suba de materias primas (en especial la harina), con la complicación de no poder trasladar a precios para no seguir provocando una disminución de las ventas, provocaron un combo letal que golpea de lleno en la comida de los sectores populares.
El territorio cordobés no puede escaparle a este preocupante contexto: en el caso del pan (francés o mignón), las ventas disminuyeron un 10%, las de criollos el 20%, las facturas un 30% y las especialidades 40%. La comercialización general de las panaderías cae y muchos negocios cierran o se reconvierten. La abrupta suba del valor de los huevos hace impagables los precios de muchos productos y desde el sector sostienen que la pastelería se encuentra en extinción.
El presidente del Centro de Industriales Panaderos y Afines de la Provincia de Córdoba (Cipac), Marcelo Caula, aseguró que "este año se nota la baja en el consumo. Sorprende en el caso del pan, que a pesar de las crisis siempre se vendió y ahora se vende cada vez menos”.