En medio de una crisis inédita en el consumo interno, la firma de comercio minorista y mayorista Caromar cerró sus puertas y dejó a 80 trabajadores en la calle. En un principio, el cierre abarca dos sucursales clave en Buenos Aires (Mar del Plata y San Justo), resultando en el despido de casi 80 trabajadores y el consecuente conflicto con el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC). En Rosario, Burzaco y José C. Paz se iniciaron conversaciones con Trabajo para frenar los inminentes despidos.
El sector comercial atraviesa una fase crítica: caen las ventas, aumentan los costos operativos y varias cadenas de peso reducen su presencia territorial. A los cierres de Vea y Frávega se suma ahora el mayorista Caromar, cuya decisión de bajar persianas en dos sucursales generó casi 80 despidos y abrió un conflicto con el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC).
Los cierres se materializaron a principios de diciembre con la clausura de los locales en Mar del Plata (Ruta 88, 15 empleados afectados) y, de manera más significativa, en San Justo (63 despidos). La modalidad de los cierres, según reportó el SEC, fue abrupta, con el personal encontrando las persianas bajas y sin notificación oficial previa, lo cual exacerbó las tensiones gremiales.
MÁS INFO
El conflicto indemnizatorio se centra en la pretensión de Caromar de abonar únicamente el 50% de las indemnizaciones legales, invocando el Artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo. El sindicato calificó esta acción como "improcedente e injustificada", exigiendo el cumplimiento total de las obligaciones laborales.
La crisis sin fin
La situación de Caromar no es un evento aislado, sino que se inscribe en una tendencia más amplia de contracción territorial en el sector minorista y mayorista a partir de la pérdida de empleo y caída del poder adquisitivo de los ingresos. El gremio alertó que la empresa tiene previsto clausurar al menos otras cuatro sucursales adicionales en el corto plazo, mencionando específicamente ubicaciones como Rosario, Burzaco y José C. Paz. A pesar de estos cierres, el sindicato aclara que Caromar mantiene continuidad operativa en otras provincias y conserva una estructura productiva propia (fábricas de detergentes, alcohol y químicos), lo que complejiza la justificación de los despidos masivos en el segmento comercial.
El patrón de cierres abruptos y conflictos laborales se replica en otras cadenas de peso que operan en el mercado minorista. El caso de Vea, cadena controlada por Cencosud, evidencia una ejecución acelerada de recorte de puntos de venta en diversas provincias (Buenos Aires, Catamarca, San Juan, Mendoza y Tucumán), sumándose al cese de operaciones de un local Easy en La Tablada, afectando a más de 55 trabajadores. Las fuentes del sector indican que Cencosud está particularmente golpeada por la contracción del consumo y el aumento de los costos fijos.
De manera similar, Frávega también ha reportado el cierre sin previo aviso de sucursales, como el local de Temperley y el de Pergamino. Este panorama de repliegue minorista se agrava por el contexto financiero de estas empresas. En el caso de Frávega, los registros del Banco Central indican obligaciones financieras significativas con diversas entidades bancarias.
El análisis conjunto de los movimientos de Caromar, Vea y Frávega configura un panorama de crisis multisectorial. La convergencia de una fuerte caída en el consumo, la presión inflacionaria sobre los costos operativos y la dificultad para sostener estructuras comerciales extensas, se traduce directamente en despidos y en la reducción de la oferta minorista y mayorista a nivel nacional, señalando que la recuperación del consumo sigue sin materializarse en el corto plazo.
