El costo oculto del “rescate”: minerales y recursos estratégicos, la moneda de cambio de Milei que interesa a Trump

El Gobierno nacional repite el libreto ya conocido de Macri y el FMI: deuda, ajuste y entrega. Mientras el Norte concentra beneficios, la Argentina se convertiría en proveedor subordinado de litio y energía, hipotecando su desarrollo. En el Sur Global se encuentra el 70% de las reservas mundiales de minerales para energías renovables.

29 de septiembre, 2025 | 00.05

Con la crisis cambiaria en aumento, el Gobierno Nacional fue en busca de un nuevo "salvador": la ayuda financiera del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Si bien por ahora se trata solo de anuncios sin ninguna precisión de cuándo y cómo se concretarían, lo cierto es que el oficialismo logró calmar, por el momento, las tensiones de cara a las elecciones de octubre. No obstante, tras conocerse la batería de anuncios, también quedó en evidencia que –aunque el oficialismo lo niegue- nada es gratis y la injerencia norteamericana en la economía nacional va en aumento: la administración Milei reinstauró en tres días las retenciones al agro –algo que molestaba a los "farmers" yanquis- y volvió a escena el cepo cambiario, mientras busca mayor apoyo político –otra exigencia del Norte- con el llamado al Consejo de Mayo.

Sin embargo, eso no parece ser todo. El propio ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció en una entrevista televisiva: “Para Estados Unidos, ayudarnos es una decisión geopolítica, nosotros daremos inversiones en la economía real”. Esto es crucial y, si bien no se conocen con precisión detalles de la negociación en juego, un antecedente clave evidencia el interés de Estados Unidos por nuestros recursos naturales: en agosto 2024, la Cancillería argentina firmó con dicho país el “Memorándum de Cooperación para la Gobernanza, la Inversión y la Seguridad de las cadenas de suministro a nivel mundial”, buscando asegurar la “cooperación en minerales críticos”. A su vez, al mismo tiempo que se realizaba el anuncio del salvataje financiero, se conocieron datos concretos que arrojan claridad sobre el estado de situación de los recursos naturales de este lado del mundo.

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¿Cuál podría ser entonces la gran moneda de cambio? En el Sur Global se encuentra el 70% de las reservas de minerales para la transición (cobalto, litio, níquel, cobre) pero las inversiones en energías renovables se concentran en el norte (50%) y China (29 %), y esos beneficios se retienen en gran medida en manos del 1% más rico, según un informe de Oxfam al que accedió este portal. En ese sentido, si bien América Latina posee el 50% del litio del mundo, solo obtiene alrededor del 10% del valor.

Este patrón de concentración y explotación se extiende más allá de los recursos naturales: está igualmente arraigado en la arquitectura financiera que “está moldeada por lógicas de extracción y control que permiten la salida continua de valor a través del servicio de la deuda, los intereses y las cuantiosas rentabilidades de los inversores, a la vez que limitan la autonomía de los países del sur global”, señaló la ONG internacional. De esta manera, la ayuda del Norte “salvador” llega a países que enfrentan graves limitaciones en el gasto público, una carga insostenible de la deuda (más de la mitad de los países pobres del mundo se encuentran actualmente en situación de sobreendeudamiento) y pérdida crónica de ingresos, al punto de terminar cediendo el desarrollo soberano de sus recursos estratégicos.

¿Qué exige a cambio Estados Unidos?

El titular del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, fue quien dio a conocer en la red social X el posible desembarco en nuestro país de una batería de medidas que podrían incluir a línea de swap por USD 20.000 millones, un préstamo mediante el Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF) y hasta la compra de bonos argentinos en dólares. Sin embargo, como contó El Destape en esta nota, el rescate yanqui a la administración libertaria no es gratuito: entre las exigencias y que muestran la injerencia directa de los norteamericanos en la política económica nacional aparecen la eliminación –a solo tres días de iniciada la medida- de las retenciones cero para el sector agroexportador –un pedido directo de los productores de Estados Unidos que compiten directamente con los locales-, a la vez que se reinstaló el cepo cambiario para algunas operaciones de compra-venta y se convocó al Consejo de Mayo, en un intento de lograr apoyo político de otros sectores. 

Sobre ello, el ministro de Economía Caputo fue entrevistado el viernes pasado en el canal TN y reconoció que Estados Unidos les pidió, antes de habilitar cualquier desembolso, asegurar “gobernabilidad” y “ordenar la inestabilidad en el Congreso”. Pero no es la única condición para asegurar el salvataje económico: “Sirvieron mucho los viajes de Milei y las reuniones con Trump. Para Estados Unidos, ayudarnos es una decisión geopolítica. Nosotros daremos inversiones en la economía real”, dijo en la misma nota televisiva. 

Esto es crucial y si bien no se conocen con precisión detalles de la negociación en juego un antecedente clave evidencia el interés de Estados Unidos por nuestros recursos naturales, puntualmente por los minerales críticos. En esa línea, en agosto 2024, la cancillería argentina firmó con dicho país el “Memorándum de Cooperación para la Gobernanza, la Inversión y la Seguridad de las cadenas de suministro a nivel mundial”, buscando asegurar la “cooperación en minerales críticos” ya que Estados Unidos es miembro fundador de la Asociación para la Seguridad de los Minerales (MSP por sus siglas en inglés). “Allí se propugna no solo la cooperación en materia de cadenas de suministro, sino que se reconoce cierta preferencia en la provisión de información sobre licitaciones, incluso a nivel provincial, relativas a recursos de minerales críticos (Tierras Raras),” advirtió tras conocerse el pedido de rescate financiero a Trump, el especialista Juan José Carbajales, titular de la consultora de energía y minería Paspartú.

Según se lee en el texto del Memorándum, “a través de este acuerdo, se continuará desarrollando el potencial de la Argentina como un proveedor confiable de recursos estratégicos (...). En tal sentido, se espera seguir colaborando con Estados Unidos a fin de asegurar el suministro de minerales claves para la seguridad energética” para lo que “Argentina tiene la intención de proveer información a los Estados Unidos de América respecto de potenciales licitaciones y proyectos locales tan pronto como dicha información se encuentre disponible” y “el Gobierno Nacional hará todo lo que se encuentre a su alcance para alentar a los gobiernos subnacionales a proporcionar esta información lo antes posible, para garantizar que las empresas con sede en los Estados Unidos de América y los socios de la Asociación para la Seguridad de los Minerales tengan suficiente tiempo para participar”. 

¿Qué implicancias tiene este antecedente mientras se negocia más deuda con Estados Unidos? El impacto puede ser crítico. Al mismo tiempo que se realizaba el anuncio de la posible ayuda financiera, se conocieron datos concretos que arrojan claridad sobre el estado de situación de los recursos naturales en la zona: el 70 % de las reservas de minerales para la transición (también llamados minerales críticos) están en el sur del mundo, pero la mayoría de los beneficios los acaparan los países más ricos (las inversiones se concentran en el norte global; 50% y China; 29%) y esos beneficios se retienen en manos del 1% que mayor riqueza acumula.

La información surge de un relevamiento de la OGN internacional Oxfam que detalló que en el sur se encuentra el 72% de cobalto, el 64% de litio, alrededor del 71% de níquel, hasta el 64% de cobre y el 87% de minerales de tierras raras. Estos recursos también están en unas pocas regiones: más del 70% del cobalto del mundo proviene de las provincias del sur de la República Democrática del Congo, casi el 50% de las reservas de litio se encuentran en el "Triángulo del Litio" de Argentina, Bolivia y Chile, y el Sudeste Asiático y el Pacífico, en particular Indonesia y Filipinas, representan más del 55% de la producción mundial de níquel.

Pese al rol clave de dichas regiones del sur global, en 2024, América Latina recibió apenas el 3% de la inversión mundial en energía limpia, y el sudeste asiático, Medio Oriente y África recibieron solo el 2% cada uno. En el caso puntual del litio, Latinoamérica posee más del 50% de las reservas mundiales del mineral esencial para tecnologías de baterías que almacenan energía renovable. De hecho, se proyecta que la extracción será tan intensa que, en solo 11 años, el Triángulo del Litio producirá más litio que la plata que el imperio español extrajo en 300 años de dominio colonial, pero pese a esto nuestra región solo obtiene alrededor del 10% del valor.

Los datos se desprenden del documento “Transición injusta: recuperar el futuro energético del colonialismo climático” que describe el “saqueo” de minerales y la apropiación de recursos a gran escala para la energía hidroeléctrica, eólica y solar a la vez que evidencia las consecuencias del mismo: la energía consumida solo por el 1% más rico sería suficiente para satisfacer siete veces las necesidades energéticas básicas de las personas sin acceso a la electricidad.

Un punto no menor para la situación actual de nuestro país tiene que ver con que “los países ricos y las élites poderosas además de las inversiones también dominan la arquitectura financiera internacional, invirtiendo miles de millones en sus propias transiciones mientras sumen a los países del sur en una creciente crisis de deuda”, alertó el informe al que accedió este medio. En detalle, los llamados países en desarrollo tienen una deuda externa de 11,7 billones de dólares, más de 30 veces el costo estimado en proporcionar energía limpia universal para 2030. Solo en 2024, se pagaron 400.000 millones de dólares en servicio de la deuda, suficiente para proporcionar electricidad a los millones de personas que aún no tienen acceso.

Un ejemplo concreto: Tesla, la empresa propiedad del hombre más rico del mundo, Elon Musk, -ex ministro de Trump- ganó 5.630 millones de dólares con la venta de vehículos eléctricos en 2024. Por cada uno la empresa obtuvo beneficios de 3.145 dólares, 321 veces más de lo que recibió toda la República Democrática del Congo por suministrar los 3 kilos de cobalto que contiene cada coche. Oxfam estimó que, si conservara todo el valor, podría generar más de 4.000 millones de dólares al año, suficientes para proporcionar energía limpia a la mitad de sus casi 110 millones de habitantes.

En materia de energía, las desigualdades son más que evidentes: el 10% más rico de los ciudadanos consume la mitad de toda la energía mundial, mientras que la mitad más pobre de la humanidad consume solo el 8%. En Argentina por caso, los hogares de sectores populares acceden cada vez en peores condiciones a los servicios públicos esenciales: el 73% tiene un acceso precario y un 11% directamente no cuenta con alguno o ninguno de los servicios. En energía eléctrica, el 63% de las viviendas tiene una conexión irregular, y en algunos barrios ya supera el 80% de hogares (en la Villa 21-24-Zavaleta de CABA escala al 94%, por ejemplo).

“La Argentina es un país clave para asegurar la estabilidad en la región”, había afirmado Marc Stanley, ex embajador de Estados Unidos en Argentina, ante la Cámara de Empresas norteamericanas en Argentina (AmCham) a inicios del 2024. Hoy, con una nueva gestión en el poder norteamericano, el objetivo se refuerza a partir de la imposición de condiciones económicas y financieras que buscan determinar el programa económico nacional con especial interés en los minerales y recursos naturales de este lado del mundo. A la par, la actual administración nacional parece, hasta ahora, subordinarse directamente a esos condicionamientos. 

Deuda y vencimientos: situación crítica

El Gobierno Nacional sabe que no tiene mucho margen para acumular las reservas que le permitan hacer frente a los próximos vencimientos de deuda, condición que también parece estar sobre la mesa de exigencias del Tesoro norteamericano para concretar, después de las elecciones de octubre, la ayuda prometida. 

Sin embargo, el intento frustrado de valorización financiera de la administración Milei desconoce la herencia doméstica que recibió, es decir, la crisis de deuda que incubó el gobierno de Macri y que el Frente de Todos no pudo resolver con la renegociación del 2021. Bajo un diagnóstico distinto, el La Libertad Avanza (LLA) empeora ahora los términos del problema, generando vencimientos en moneda extranjera que son complejos de refinanciar en el marco del deterioro de la cuenta corriente. Se trata de una situación por demás crítica: el total de vencimientos asciende a 28.774 millones de dólares en 2026 y trepa a 36.216 millones en 2027, y difícilmente el excedente comercial que se achica pese a la expansión de las exportaciones energéticas pueda sostener esos niveles de vencimientos. 

Sobre esto último, pese a los compromisos de deuda asumidos y la creciente desconfianza del mercado, el proyecto de ley Presupuesto 2026 proyectó un deterioro en la balanza comercial de bienes y servicios (-USD 5.751 millones en 2026) lo que descartaría una mejora en el ingreso de dólares genuinos y dificultaría aún más la acumulación de las reservas necesarias.