Kilmar Ábrego García, el inmigrante devuelto a Estados Unidos la semana pasada tras ser deportado de forma injusta a su El Salvador natal, se declaró inocente el viernes de los cargos penales de participar en una conspiración para introducir clandestinamente personas en Estados Unidos.
Su abogado, William Allensworth, presentó la declaración de inocencia en su nombre en una vista celebrada en Nashville (Tennessee) ante la juez federal Barbara Holmes. En la audiencia también se espera que Ábrego, de 29 años, impugne una oferta de los fiscales federales para que sea detenido en espera de juicio.
La administración del presidente Donald Trump ha retratado la acusación de Ábrego como una reivindicación de su agresiva represión contra la inmigración ilegal. Antes de que la acusación fuera desvelada el 5 de junio, las autoridades alegaron que era miembro de la banda MS-13 y dijeron que no lo traerían de vuelta.
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La decisión del Departamento de Justicia de devolverlo a Estados Unidos para que enfrente cargos penales es una potencial salida para el gobierno de su creciente confrontación con el poder judicial sobre si cumplió con una orden judicial para facilitar el regreso de Ábrego.
Los críticos de Trump dicen que su rápida expulsión sin una audiencia demostró que la administración priorizó el aumento de las deportaciones sobre el debido proceso, el principio fundamental de que las personas en Estados Unidos, ciudadanos o no, pueden impugnar las acciones gubernamentales en su contra en los tribunales.
"Se presume su inocencia, y corresponde al gobierno demostrar en el juicio que usted es culpable más allá de toda duda razonable", dijo Holmes, dirigiéndose a Ábrego.
El proceso penal proporcionará a Ábrego las debidas garantías procesales, dándole derecho a impugnar los cargos contenidos en la acusación del gran jurado presentada en secreto el 21 de mayo. Aun así, sus abogados dicen que su regreso para enfrentar cargos penales no absuelve a la administración Trump de la responsabilidad de deportarlo injustamente.
Ábrego está acusado de trabajar con al menos cinco personas como parte de una red de contrabando para traer inmigrantes a Estados Unidos ilegalmente y luego llevarlos desde la frontera con México a destinos en todo el país. Según la acusación, Ábrego recogía a menudo inmigrantes en Houston, haciendo más de 100 viajes entre Texas y Maryland entre 2016 y 2025. También está acusado de transportar armas de fuego y drogas.
(Editado en español por Carlos Serrano)
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