Pequeños grupos de soldados rusos se adentraron el martes en el este de Ucrania antes de la cumbre de esta semana entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el de Estados Unidos, Donald Trump, que la Unión Europea teme que termine con la imposición de condiciones de paz a una Ucrania ilegalmente reducida.
En una de las incursiones más extensas en lo que va de año, las tropas rusas avanzaron cerca de la ciudad minera de carbón de Dobropillia, parte de la campaña de Putin para hacerse con el control total de la región ucraniana de Donetsk. El ejército ucraniano envió tropas de reserva, diciendo que estaban en un combate difícil contra pequeños grupos de soldados.
Trump ha dicho que cualquier acuerdo de paz implicaría "algún intercambio de territorios en beneficio tanto" de Rusia como de Ucrania, que hasta ahora ha dependido de Estados Unidos como su principal proveedor de armas.
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Prácticamente todo el territorio en cuestión es ucraniano, lo que alarma al presidente Volodímir Zelenski y a sus aliados europeos.
Zelenski y la mayoría de sus pares europeos han dicho que una paz duradera no puede asegurarse sin la voz de Kiev en las negociaciones, y debe cumplir con el derecho internacional y la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Tienen previsto llamar a Trump el miércoles para convencerle antes de la cumbre que celebrará el viernes en Alaska con Putin.
"Una paz imitada en lugar de genuina no se mantendrá por mucho tiempo y sólo alentará a Rusia a apoderarse de aún más territorio", dijo Zelenski en una declaración tras hablar con el presidente turco Tayyip Erdogan, quien ha sido anfitrión de conversaciones anteriores entre los líderes ucranianos y rusos.
Ucrania se enfrenta a una escasez de soldados tras la invasión rusa hace más de tres años, lo que facilita el camino para los últimos avances rusos.
"Este avance es como un regalo para Putin y Trump durante las negociaciones", dijo Sergei Markov, un exasesor del Kremlin, sugiriendo que podría aumentar la presión sobre Ucrania para ceder territorio bajo cualquier acuerdo.
El ejército ucraniano, por su parte, dijo el lunes que había recuperado dos aldeas en la región oriental de Sumy, después de más de un año de lentos avances rusos en el sureste.
Rusia, que lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, ha montado una nueva ofensiva este año en Sumy después de que Putin exigiera una "zona tampón" allí.
Ucrania y sus aliados europeos temen que Trump, deseoso de atribuirse el mérito de lograr la paz y sellar nuevos acuerdos comerciales con Moscú, acabe recompensando a Putin después de 11 años intentando apoderarse de territorio ucraniano, los tres últimos en guerra abierta.
"Ucrania no puede perder esta guerra y nadie tiene derecho a presionar a Ucrania para que haga concesiones territoriales o de otro tipo o para que tome decisiones que huelan a capitulación", dijo el primer ministro polaco, Donald Tusk. "Espero que podamos convencer al presidente Trump sobre la posición europea".
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, principal aliado de Putin en Europa, fue el único líder que no se sumó a la declaración de unidad de la Unión Europea y se burló de sus homólogos.
"El hecho de que la UE se quedara al margen ya es bastante triste", afirmó. "Lo único que podría empeorar las cosas es que empezáramos a dar instrucciones desde el banquillo".
(Reporte adicional de Alan Charlish, Sudip Kar-Gupta, Lidia Kelly, Krisztina Than y Pavel Polityuk; escrito por Ingrid Melander y Jonathan Allen; editado en español por Carlos Serrano)