Luego de que Ismael Ifrán y Lorena Frías, integrantes de una familia wichí, denunciaron públicamente a la diputada formoseña Gabriela Neme, así como también a las diputadas nacionales Lilia Lemoine y Sabrina Ajmechet, por presunto abandono, maltrato y presión política tras su participación en un acto de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Neme volvió a ponerse en el centro de la polémica por hostigarlos nuevamente.
Según relataron ambos en entrevistas brindadas a Radio Formosa y Diario FORMOSA, fueron llevados a Buenos Aires bajo la promesa de recibir asistencia médica y apoyo económico, a cambio de declarar públicamente sobre situaciones de derechos humanos en Formosa. Sin embargo, tras exponer su testimonio frente a legisladores nacionales, denunciaron haber quedado abandonados a su suerte en la capital del país, sin asistencia alguna, viéndose obligados a regresar a la provincia por sus propios medios y sin haber recibido los compromisos acordados.
Ifrán y Frías señalaron directamente a Gabriela Neme como la principal responsable de lo que calificaron como “una manipulación política con fines electorales”. Ambos expusieron además que, tras hacer pública su denuncia, comenzaron a recibir presiones y hostigamientos a través de redes sociales, con mensajes intimidatorios provenientes del entorno de la diputada.
En ese marco, Lorena Frías amplió su denuncia asegurando que la diputada Neme la amenazó con iniciar acciones legales contra ellos: “Yo no le tengo miedo, hace rato que perdí el miedo. Si lo quiere hacer, que lo haga”, afirmó con firmeza.
La reacción de la diputada Gabriela Neme no tardó en llegar a través de sus redes sociales, donde sin aportar pruebas concretas, acusó a Ismael y Lorena de ser parte de un supuesto operativo financiado por el gobierno provincial de Gildo Insfrán para desprestigiarla. “Insfrán pagó para que víctimas de derechos humanos salieran a decir que yo las utilicé políticamente. Todo armado. Todo pago. Práctica recurrente”, escribió, sin acompañar las afirmaciones de ninguna evidencia. Por su parte, Ifrán y Frías presentaron capturas de conversaciones y chats con los propios legisladores como respaldo de sus denuncias.
En medio de la creciente controversia, apareció también el testimonio de Teresa Pereira, vecina del barrio Lote 111 de Formosa e integrante de la lista electoral de Matías Canepà, hijo de Neme. En un programa de radio, Pereira sostuvo que también estuvo presente durante el viaje a Buenos Aires y defendió a Neme con vehemencia: “Jamás dejó tirado a nadie, siempre estuvo en contacto con todos nosotros”, aseguró. Pereira incluso sugirió que Ismael y Lorena podrían haber sido “comprados por alguien” para cambiar su versión, insinuando un trasfondo de celos o intereses económicos.
Sin embargo, Lorena Frías negó rotundamente haber conocido o tenido algún tipo de relación con Pereira, restando crédito a sus dichos. Tanto ella como Ismael insistieron en que sus denuncias están respaldadas por pruebas concretas, como registros de mensajes, comunicaciones previas y las promesas incumplidas por parte de los legisladores libertarios.
La denuncia
Todo comenzó en un acto organizado en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación, donde esta familia atestiguó bajo las promesas de tratamientos médicos y controles de asistencia, pero terminaron siendo abandonados en Buenos Aires.
Ifrán y su esposa Frías relataron, en comunicación con medios locales, cómo llegaron a ser parte de los testigos que se presentaron a declarar en la sesión de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Cámara de Diputados de Nación: “Gaby Neme nos llamó personalmente para ponerse a nuestra disposición y 'buscar justicia'”.
"Esa mujer es como un sargento dando órdenes. Hago esto para que la gente sepa cómo es su verdadera cara y sobre todo su verdadera intención, la de usar y manipular a la gente para quedarse con un puesto y derrocar al Gobierno de Formosa”, denunció Lorena a través de una entrevista con Radio Formosa.
“Ella (Neme) organizó el nuestro viaje y el de otro grupo de personas que también iba a declarar. Fuimos con lo puesto, porque la intención era volver al otro día, nos prometieron pagarnos los gastos, pero después protestaron por el precio del hotel y al final tuvimos que pagarlo nosotros. También prometieron ayudarnos con los estudios y exámenes médicos que Ismael necesitaba y tampoco hicieron nada al respecto. Nos abandonaron a la buena de Dios en Buenos Aires y sin un peso”, se lamentó posteriormente la denunciante.
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