El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, abandonó el martes la cumbre del Grupo de los Siete (G7) con una nueva ayuda del país anfitrión, Canadá, para su guerra contra Rusia, pero dijo que la diplomacia está en "crisis" al haber perdido la oportunidad de presionar al presidente estadounidense, Donald Trump, para conseguir más armas.
A los países ricos del G7 les costó encontrar unidad sobre el conflicto en Ucrania después de que Trump expresara su apoyo al presidente ruso, Vladimir Putin, y se marchara un día antes para abordar el conflicto entre Israel e Irán desde Washington.
Un cargo canadiense dijo inicialmente que Ottawa había abandonado los planes para que el G7 emitiera un comunicado firme sobre la guerra en Ucrania después de la resistencia de Estados Unidos.
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Emily Williams, directora de relaciones con los medios del primer ministro Mark Carney, dijo posteriormente que nunca se había planeado una declaración sobre Ucrania.
Carney había empezado el día anunciando que Ottawa proporcionaría 2.000 millones de dólares canadienses (1.470 millones de dólares estadounidenses) en ayuda militar a Kiev, además de imponer nuevas sanciones financieras.
Zelenski dijo en una publicación de su cuenta de Telegram que había dicho a los líderes del G7 que "la diplomacia está ahora en un estado de crisis" y dijo que tienen que seguir pidiendo a Trump "que use su influencia real" para forzar el fin de la guerra.
Aunque Canadá es uno de los defensores más acérrimos de Ucrania, su capacidad para ayudarla es muy superior a la de Estados Unidos, el mayor proveedor de armas de Kiev. Zelenski había dicho que esperaba hablar con Trump sobre la adquisición de más armas.
Una vez concluida la cumbre en la zona turística de Kananaskis, en las Montañas Rocosas, Carney emitió un comunicado de la presidencia en la que resumía las deliberaciones.
"Los líderes del G7 expresaron su apoyo a los esfuerzos del presidente Trump para lograr una paz justa y duradera en Ucrania", decía.
"Reconocieron que Ucrania se ha comprometido a un alto el fuego incondicional y acordaron que Rusia debe hacer lo mismo. Los líderes del G7 están decididos a explorar todas las opciones para maximizar la presión sobre Rusia, incluidas las sanciones financieras."
Canadá ostenta este año la presidencia rotatoria del G7. No es necesario que otros líderes firmen las declaraciones de la presidencia del G7.
Trump sí dio su visto bueno a una declaración del grupo publicada el lunes en la que se pedía una resolución del conflicto entre Israel e Irán.
"Teníamos una declaración dada la excepcional rápidez con la que evoluciona la situación en Irán", dijo Carney en una rueda de prensa de clausura.
Un responsable europeo dijo que los líderes habían recalcado a Trump sus planes de ser duros con Rusia y Trump pareció impresionado, aunque en principio no le gustan las sanciones.
Tres diplomáticos europeos dijeron que habían escuchado señales de Trump de que quería aumentar la presión sobre Putin y considerar el proyecto de ley del Senado estadounidense redactado por el senador Lindsey Graham, pero que no se había comprometido a nada.
"Vuelvo a Alemania con un cauto optimismo de que también en Estados Unidos se tomen decisiones en los próximos días para imponer más sanciones contra Rusia", dijo el canciller alemán, Friedrich Merz.
Los líderes del G7 acordaron otras seis declaraciones, sobre tráfico de inmigrantes, inteligencia artificial, minerales críticos, incendios, represión transnacional y computación cuántica.
(1 $ = 1,3589 dólares canadienses)
(Información adicional de Andrea Shalal en Washington y Ron Popeski en Winnipeg; edición de Caroline Stauffer, Shri Navaratnam, Rosalba O'Brien y Rod Nickel; edición en español de Jorge Ollero Castela)
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