Los negociadores iraníes y estadounidenses reanudaron el domingo las conversaciones para abordar las disputas sobre el programa nuclear de Teherán, según informaron los medios estatales iraníes, en un intento de avanzar mientras Washington endurece su postura antes de la visita a Oriente Medio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Aunque Teherán y Washington han dicho que prefieren la diplomacia para resolver la disputa, siguen profundamente divididos sobre varias líneas rojas que los negociadores tendrán que sortear para alcanzar un nuevo acuerdo nuclear y evitar futuras acciones militares.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, y el enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, celebrarán la cuarta ronda de conversaciones en Mascate a través de mediadores omaníes, a pesar de que Washington ha adoptado en público una postura dura que, según funcionarios iraníes, no ayudará a las negociaciones.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Antes de partir hacia Mascate, Araqchi dijo a la televisión estatal iraní que "Irán tiene posiciones bien conocidas basadas en principios claros (...) Esperamos alcanzar una postura decisiva en la reunión del domingo". Añadió que el equipo de expertos de Irán se encuentra en Omán y "será consultado si es necesario".
Witkoff declaró el jueves a Breitbart News que la línea roja de Washington es: "Nada de enriquecimiento. Eso significa desmantelamiento, nada de armamento", lo que equivaldría al fin completo de las instalaciones nucleares de Natanz, Fordow e Isfahan.
"Si no son productivas el domingo, entonces no continuarán y tendremos que tomar una ruta diferente", dijo Witkoff sobre las conversaciones.
Trump, que ha amenazado con un acción militar contra Irán si fracasa la diplomacia, viajará a Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos del 13 al 16 de mayo.
En reacción a los comentarios de Witkoff, Araqchi dijo el sábado que Irán no cederá en sus derechos nucleares, que incluyen el enriquecimiento de uranio.
Teherán está dispuesto a negociar algunas restricciones a sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones, según funcionarios iraníes, pero el fin de su programa de enriquecimiento o la entrega de sus reservas de uranio enriquecido figuran entre "las líneas rojas de Irán que no pueden comprometerse" en las conversaciones.
Un alto funcionario iraní cercano al equipo negociador afirmó que las exigencias estadounidenses de "enriquecimiento cero y desmantelamiento de las instalaciones nucleares iraníes no ayudarán a avanzar en las negociaciones".
"Lo que Estados Unidos dice públicamente difiere de lo que se dice en las negociaciones", dijo el funcionario, que pidió mantenerse en el anonimato.
Asimismo, indicó que las cosas se aclararían en las conversaciones del domingo, previstas inicialmente para el 3 de mayo en Roma pero aplazadas debido a lo que Omán describió como "razones logísticas".
Además, Irán ha descartado rotundamente negociar su programa de misiles balísticos y el estamento clerical exige garantías herméticas de que Trump no volverá a abandonar un pacto nuclear.
Trump, que ha restablecido una campaña de "máxima presión" sobre Irán desde febrero, se salió en 2018 -durante su primer mandato- del pacto nuclear firmado en 2015 entre Teherán y seis potencias mundiales y volvió a imponer duras sanciones que han devastado la economía iraní.
Irán, que durante mucho tiempo ha dicho que su programa nuclear es pacífico, ha incumplido las restricciones nucleares del pacto desde 2019, incluyendo la aceleración "dramática" de su enriquecimiento de uranio hasta el 60% de pureza, cerca del nivel cercano al 90% que es apto para armas, según el organismo de control nuclear de la ONU.
(Escrito por Parisa Hafezi; editado en español por Carlos Serrano)