oct (Reuters) -El partido de extrema derecha portugués Chega volvió a poner los pies en la tierra tras las elecciones municipales, en las que obtuvo un resultado mucho peor de lo que había previsto tras un auge en mayo que lo convirtió en la oposición oficial del país.
El partido obtuvo tres de las 308 alcaldías elegidas en las elecciones del domingo, a pesar de haber pronosticado que podría ganar 30. Su porcentaje de votos cayó al 12%, muy lejos del casi 23% que obtuvo en las elecciones parlamentarias de hace cinco meses.
El Partido Social Demócrata (PSD), de centroderecha y en el poder, ganó la mayor parte de las alcaldías, 136, incluidas las de las ciudades más grandes, Lisboa y Oporto, una mejora respecto a las 114 de hace cuatro años. Sus rivales socialistas, de centroizquierda, obtuvieron 128.
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Chega sigue siendo el tercer partido más votado, pero obtiene menos alcaldías que los candidatos independientes (20) y el Partido Comunista (12).
El ascenso de Chega desde la elección del primer diputado del grupo en 2019 ha sacudido el panorama político de Portugal. Ha alineado su retórica con el Reagrupamiento Nacional de Marine le Pen, en Francia, y la AfD, en Alemania.
El partido busca limpiar el sistema político, acabar con la "ideología de género" en las escuelas, frenar la inmigración y reducir el gasto en vivienda para las comunidades gitanas, una medida que, según dice, aumenta la delincuencia.
Ventura reconoció que su partido no estuvo a la altura de las expectativas y dijo que llegar al poder en Portugal requiere contar con una amplia base de cargos electos a nivel local.
"Hoy hemos dado un primer paso en esa dirección, pero aún estamos lejos de ese objetivo", dijo a la prensa.
El politólogo José Tomaz Castello Branco, de la Universidad Católica de Lisboa, dijo que Chega aún tiene que demostrar que puede ser "un partido local suficientemente fuerte y no un espectáculo unipersonal" de Ventura.
Dijo que, a pesar de ganar pocas alcaldías, Chega aún podría ganar legitimidad institucional a nivel local empujando al PSD a romper las "líneas rojas" contra la cooperación con la extrema derecha en los municipios en los que carece de control total.
Con información de Reuters