La tensión entre Venezuela y El Salvador volvió a escalar. Poco después de que 252 venezolanos que habían estado detenidos en la cárcel de máxima seguridad de El Salvador fueran entregados a Caracas, el fiscal general de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, acusó este lunes al gobierno de Nayib Bukele de haberlos torturado y anunció que abrirá una investigación contra el presidente salvadoreño y dos de sus funcionarios. Además, el gobierno chavista había aclarado que el acuerdo para liberar a los venezolanos presos fue negociado con la Casa Blanca, aliada hoy de Bukele, y no con el país centroamericano.
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En la conferencia, Saab acusó a Bukele de haber dado él mismo la orden de agredir a los venezolanos presos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) y mostró material audiovisual en la que los jovenes detenidos mostraron heridas de perdigones y armas blancas que les habrían infligido los custodios del centro de detención. Uno de ellos denunció que lo intimidaron para que no contara los vejámenes que sufrió a la Cruz Roja. Las acusaciones que hoy hace Venezuela son las que también recibió durante muchos años por parte de organizaciones de derechos humanos dentro y fuera del país.
Saab detalló que ya radicaron 123 denuncias y llamó a la comunidad internacional a que hagan lo propio contra Bukele y los ministros de Justicia y Seguridad Pública (Héctor Gustavo Villatoro) y el director general de Centros Penales y viceministro de Justicia y Seguridad Pública, Osiris Luna Mesa.
William Saab acusó a instituciones del sistema de justicia salvadoreño de complicidad con esos abusos. Recordó que el Ministerio Público venezolano envió un pedido a la Corte Suprema salvadoreña para que velara por los derechos de los 252 migrantes.
El Salvador entra en una escalada represiva
Bukele empezó el segundo año de su segundo mandato con una mayoría absoluta en el Congreso y un poder judicial que le responde. Tiene vía libre para acallar a la oposición local, la poca que se anima a manifestarse porque según la última encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA, cerca del 60% de la población tiene miedo de opinar o protestar por las posibles represalias. A esa situación se suma un apoyo total del presidente de Estados Unidos Donald Trump, que ve en él un ejemplo de firmeza y mano dura. Este situación fue denunciada en los últimos días por la organización en defensa de los derechos humanos CRISTOSAL, que abandonó sus operaciones en El Salvador después de 25 años de trabajo porque consideran "imposible" hacerlo en condiciones seguras.
Trump también tiene como aliado a Bukele en su política migratoria, después de haber llegado aun acuerdo para alquilarle celdas del CECOT para que residan los migrantes apresados en la frontera o en el interior de Estados Unidos por irregularidades en su documentación.