El papa León XIV aterrizó este domingo en Beirut, dando inicio a la segunda etapa de su primer viaje apostólico, tras permanecer en Turquía desde el pasado jueves. En el aeropuerto, fue recibido por el Nuncio Apostólico, arzobispo Paolo Borgia, y el Jefe de Protocolo del Líbano. En su mensaje, exhortó a los funcionarios a ser “constructores de paz, de reconciliación y de convivencia”. Desde el avión, León XIV opinó en diálogo con periodistas que estaban allí que la solución que ve factible para el conflicto entre Israel y Palestina es la de los dos estados. "Aunque Israel no la apoya lo vemos como la única solución que se puede ofrecer para el conflicto que continuamente viven", expresó.
Al pie de la escalerilla del avión, el Papa fue saludado por el presidente libanés, Joseph Aoun; el presidente de la Asamblea Nacional, Nabih Berri; el primer ministro, Nawaf Salam; y el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los Maronitas. Como gesto de bienvenida, dos niños vestidos con trajes tradicionales ofrecieron flores, pan y agua al Pontífice.
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Posteriormente, León XIV se trasladó al Palacio Presidencial de Baabda acompañado por las principales autoridades del país. Allí mantuvo reuniones privadas con el presidente de la República, el presidente de la Asamblea Nacional y el primer ministro.
En el marco de la visita, el Papa y el presidente libanés intercambiaron obsequios y participaron en la plantación de un “Cedro de la Amistad”, ceremonia simbólica en la que también estuvieron presentes el cardenal Pietro Parolin y el patriarca Béchara Boutros Raï, según informó Vatican News.
Primer discurso del papa León: llamado a la paz y la convivencia
A continuación, el Obispo de Roma se dirigió a las autoridades, representantes de la sociedad civil y miembros del Cuerpo Diplomático reunidos en el Palacio Presidencial. En su mensaje, los exhortó a ser “constructores de paz, de reconciliación y de convivencia”.
En su primera intervención en el Líbano, donde permanecerá hasta el próximo martes, León XIV destacó la fortaleza del pueblo libanés, “un pueblo que no se rinde, sino que, ante las pruebas, siempre sabe renacer con valentía”.
Asimismo, el Pontífice subrayó el papel de la juventud en la vida del país, al señalar que “el Líbano puede enorgullecerse de una sociedad civil dinámica, bien formada, rica en jóvenes capaces de expresar los sueños y las esperanzas de todo un país”. En ese sentido, los animó a ponerse al servicio de su pueblo “con compromiso y dedicación”.
Del mismo modo, dedicó un apartado especial a las mujeres, a quienes reconoció como protagonistas en la construcción de la paz. “Las mujeres tienen una capacidad específica para trabajar por la paz, porque saben custodiar y desarrollar vínculos profundos con la vida, con las personas y con los lugares”, afirmó. Según el Papa, su participación en la vida social, política y religiosa, junto con la fuerza de los jóvenes, constituye “un factor de verdadera renovación”.
