En momentos en que Israel viola de manera diaria el alto el fuego impuesto por Estados Unidos en la Franja de Gaza, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes una resolución redactada por el gobierno de Donald Trump para autorizar a todos los países miembros de las Naciones Unidas a formar parte de una autoridad transicional internacional que se haría cargo del devastado territorio que hace 58 años está ocupado por Israel. Estos países, que financiarían "voluntariamente" esta iniciativa además establecerían "una misión de estabilización internacional" que garantice el proceso de desmilitarización de Hamas y las otras milicias que operan en Gaza, como reclama Tel Aviv, y la destrucción de la infraestructura militar.
China y Rusia, que venían mostrando discrepancias con el plan estadounidense, decidieron abstenerse, lo que permitió que la resolución fuera aprobada por 13 votos a favor y ninguno en contra. Tanto Beijing como Moscú tienen poder de veto en el único órgano de la ONU con poder de decisión real, por lo que si hubieran votado en contra, el texto hubiera sido rechazado, aún si contaba con el apoyo de la mayoría de los países miembros.
Según la agencia de noticias Reuters, el texto aprobado sostiene que los países miembros de la ONU -es decir los más de 190, no sólo los del Consejo de Seguridad- pueden ser parte del Directorio de Paz, la autoridad que Estados Unidos creó para un período de transición entre la ocupación actual y la creación -aún muy futura e improbable- de un Estado palestino. Esta autoridad internacional fiscalizaría la reconstrucción y la recuperación de Gaza que Trump promete, aún sin compromisos financieros o políticos concretos.
La resolución aprobada también autoriza a los países a sumarse a "una fuerza internacional de estabilización" que garantice la desmilitarización de todos los grupos armados en la Franja de Gaza, decomise su armamento y destruya toda la infraestructura militar, es decir, consiga lo que Israel prometió y no consiguió con sus últimos dos años de masivos ataques, hambruna y genocidio.
Esta formulación significa que la misión de estabilización no sería una misión de paz de la ONU como las que el organismo viene desplegando en zonas de conflicto y posconflicto hace décadas. En estas misiones, los llamados cascos azules -los soldados con insignia de la ONU- son financiados por Naciones Unidas y responder por su accionar ante este organismo internacional. En la propuesta de Trump, nada de esto sucedería y sería una iniciativa privada de los países que quieran sumarse a lo que seguro será un liderazgo estadounidense.
Qué dice el texto
El llamado plan de 20 puntos de Trump, con el que impuso un alto el fuego el 10 de octubre pasado a su aliado Israel y al movimiento islamista Hamas, también es parte de la resolución y, por eso, el texto se propone como una suerte de hoja de ruta para terminar con el histórico conflicto israelí-palestino.
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Según Reuters, la resolución sostiene que la autoridad de transición y la misión de estabilización funcionarán hasta que "finalmente se creen las condiciones para una ruta creíble para la autodeterminación palestina y la fundación de un Estado". Para conseguirlo, establece que la Autoridad Nacional Palestina (el órgano creado por los Acuerdos de Oslo de los años 90 como gobierno transitorio hasta la creación de un Estado) debe primero reformarse y ayudar a desarrollar a la Franja de Gaza. Medios israelíes publicaron que fuentes de su Gobierno les confiaron que las exigencias a los palestinos son tan ambiciosas que difícilmente podrá llegar el momento en que las cumplan y puedan independizarse.
De esta manera, trataban de poner paños fríos sobre la coalición de gobierno de Benjamin Netanyahu, donde la sola mención de un posible y futuro Estado palestino desató una ola de rechazos y peleas en los últimos días. Según la resolución aprobada en la ONU, "Estados Unidos deberá establecer un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político para una coexistencia pacífica y próspera". Sin embargo, por ahora, parte del gabinete israelí dejó en claro que nunca estará dispuesto a sentarse a dialogar y negociar una independencia palestina.
