La rotación de neumáticos es el proceso de cambiar las posiciones de los neumáticos de un vehículo para asegurar un desgaste uniforme de la banda de rodadura y prolongar su vida útil. Este es un proceso clave que es valioso saber hacer de la mejor manera siguiendo los consejos adecuados. En ese sentido, es importante rotarlos según las recomendaciones del fabricante del vehículo o a intervalos máximos de 10.000 kilómetros.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los autos en la actualidad tienen tracción delantera con el sistema de frenado principal también en el eje delantero. Esto da como resultado que los neumáticos delanteros lleven más peso y, en consecuencia, se deterioren más rápidamente. Lo mismo sucede con las ruedas traseras en los sistemas de tracción trasera, por lo que la rotación de los neumáticos no es más que alternar las posiciones de los neumáticos en el auto.
De esta manera se rotan las cubiertas del auto
En los autos de tracción trasera, la rotación se debe realizar con los siguientes pasos:
- El frente izquierdo debe moverse diagonalmente, yendo a la trasera derecha.
- El frente derecho debe moverse diagonalmente, yendo a la trasera izquierda.
- La parte trasera izquierda debe tomar la posición delantera en el mismo lado, la izquierda.
- El neumático trasero derecho debe tomar la posición de la parte delantera del mismo lado, la derecha.
En los autos de tracción delantera, la rotación es así:
- Los neumáticos traseros van a la parte delantera formando una X.
- El de la izquierda va a la derecha y el de la derecha va a la izquierda.
- Después, los neumáticos delanteros van a la parte trasera sin cambiar de lado.
Por qué es importante realizar la rotación de neumáticos
La rotación de los neumáticos no es más que alternar las posiciones de los neumáticos en el auto. Esto consiste en un procedimiento de cambio de posición que permite que los neumáticos se utilicen mejor y tengan una vida útil más larga debido a que se logra un desgaste uniforme. Además, repercute en la seguridad al manejar, ya que la capacidad de conducción está menos sujeta a desviaciones en su dirección de desplazamiento.
Mantener la presión correcta mejorar el rendimiento del neumático, reduce el consumo de combustible y disminuye el riesgo de derrape o aquaplaning. Se recomienda controlar la presión con los neumáticos fríos, incluyendo el auxilio, y siempre según lo que indique el manual del vehículo o la etiqueta en la puerta del conductor. También hay que tener en cuenta la profundidad, ya que un neumático con la banda de rodadura desgastada pierda la capacidad de tracción, especialmente sobre piso mojado o con barro.
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