El Departamento de Estado transfirió 250 millones de dólares al Departamento de Seguridad Nacional para las deportaciones voluntarias de inmigrantes sin estatus legal, informó un portavoz, una reasignación sin precedentes de fondos que se han utilizado para ayudar a los refugiados.
El dinero se ha transferido "para proporcionar un vuelo gratuito a casa y una prima de salida para animar y ayudar a los extranjeros ilegales a abandonar voluntariamente Estados Unidos", dijo a Reuters el portavoz del Departamento de Estado.
Históricamente, esos fondos se han utilizado "para proporcionar protección a personas vulnerables" en el extranjero y para reasentar a refugiados en Estados Unidos, explicó Elizabeth Campbell, ex subsecretaria de Estado adjunta.
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La redistribución del dinero se produce en un momento en el que el presidente Donald Trump presiona para remodelar las agencias del gobierno estadounidense al servicio de su agenda "Estados Unidos Primero".
La reorganización prevista del Departamento de Estado establece explícitamente que la oficina de refugiados de la agencia ahora se centrará en gran medida en los esfuerzos para "devolver a los extranjeros ilegales a su país de origen o estatus legal".
Los fondos proceden de Migration and Refugee Assistance (MRA), supervisada por la Oficina de Población, Refugiados y Migración. Su página web dice que su misión es "reducir la inmigración ilegal", ayudar a las personas que "huyen de la persecución, la crisis o la violencia y buscar soluciones duraderas para las personas desplazadas por la fuerza".
El subsecretario de Estado, Christopher Landau, citando la ley que autoriza la financiación, afirmó en un anuncio publicado en el Registro Federal el 7 de mayo que los pagos para la repatriación de personas sin estatuto legal reforzará los "intereses de política exterior" de Estados Unidos.
No mencionó la transferencia de 250 millones de dólares al DHS. El DHS no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Algunos expertos dijeron que, aunque legal, el envío del dinero al DHS para operaciones de deportación era un uso sin precedentes de los fondos del MRA.
Con información de Reuters