Los disparos de proyectiles de tanques israelíes mataron al menos a 45 palestinos que esperaban camiones de ayuda en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, informó el Ministerio de Sanidad del territorio, que añadió que decenas de personas más resultaron heridas.
Los médicos informaron de que, según los residentes, los tanques israelíes dispararon proyectiles contra grupos de palestinos desesperados que esperaban camiones de ayuda a lo largo de la carretera principal del este de Khan Younis. Dijeron que al menos 51 personas murieron y 200 resultaron heridas, 20 de ellas en estado crítico.
El ejército israelí no hizo comentarios inmediatos sobre el incidente.
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Unos testigos afirmaron que los tanques israelíes dispararon al menos dos proyectiles contra miles de personas que esperaban los camiones de ayuda. Las salas del hospital Nasser estaban abarrotadas de heridos y el personal médico tuvo que colocar a algunos en el suelo y en los pasillos debido a la falta de espacio.
Este incidente es el más reciente en una serie de muertes masivas de palestinos que buscaban ayuda, ocurridas casi a diario en las últimas semanas, incluso cerca de lugares gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por Estados Unidos.
Personal sanitario palestino afirmó que al menos 23 personas murieron el lunes por disparos israelíes cuando se acercaban a un lugar de distribución de ayuda de la GHF en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
La GHF declaró en un comunicado de prensa a última hora del lunes que había distribuido más de tres millones de comidas en sus cuatro puntos de distribución sin incidentes.
El ejército israelí no hizo comentarios inmediatos sobre los incidentes del lunes. En casos anteriores, ha reconocido en ocasiones que las tropas abrieron fuego cerca de los centros de ayuda, aunque culpó a milicianos palestinos de provocar la violencia.
Israel ha puesto la responsabilidad de distribuir gran parte de la ayuda que permite entrar en Gaza en manos de la GHF, que opera en zonas vigiladas por tropas israelíes.
Naciones Unidas ha rechazado el plan, afirmando que la distribución de la GHF es inadecuada, peligrosa y viola los principios de imparcialidad humanitaria.
El último derramamiento de sangre en el conflicto palestino-israelí, que dura ya décadas, se desencadenó en octubre de 2023, cuando milicianos palestinos de Hamás atacaron Israel, matando a 1.200 personas y tomando unos 250 rehenes, según aliados israelíes.
El posterior ataque militar de Israel, aliado de Estados Unidos, ha causado la muerte de casi 55.000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, al tiempo que ha desplazado internamente a casi toda la población de Gaza y ha provocado una crisis de hambre.
El ataque también ha provocado acusaciones de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia y de crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional. Israel rechaza estas acusaciones.
Con información de Reuters
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