En la Asamblea Mundial de la Salud celebrada el lunes, los miembros de la Organización Mundial de la Salud votaron rotundamente a favor de un tratado mundial potencialmente revolucionario para mejorar la preparación ante una pandemia.
Unos 124 países votaron a favor, después de que Eslovaquia pidió una votación el lunes, ya que su primer ministro, escéptico ante la vacuna COVID-19, exigió que su país impugnara la adopción del acuerdo. Ningún país votó en contra, mientras que 11 países, entre ellos Polonia, Israel, Italia, Rusia, Eslovaquia e Irán, se abstuvieron.
El proyecto de acuerdo, que aborda las desigualdades estructurales en el desarrollo de medicamentos, vacunas e instrumentos sanitarios, se adoptará formalmente el martes en una sesión plenaria de la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.
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Sin embargo, no entrará formalmente en vigor hasta que se negocie un anexo sobre el reparto de patógenos, lo que podría llevar hasta dos años, tras lo cual los Estados tendrán que ratificar el acuerdo.
(Reportaje de Olivia Le Poidevin, Edición de Franklin Paul, Editado en español por Juana Casas)
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