Una alta funcionaria de Cuba acusó el martes a la administración del presidente Donald Trump de aumentar las tensiones entre Washington y La Habana, además de expresar su preocupación de que Estados Unidos estaba tratando de provocar una confrontación militar.
En declaraciones a periodistas en la Embajada de Cuba en Washington, Johana Tablada, subdirectora para Asuntos de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo que un enfrentamiento armado entre los dos viejos rivales de la Guerra Fría "no era una buena idea" y que La Habana estaba tratando de aliviar la situación, aunque Washington parecía decidido a dañar aún más las relaciones.
Tablada dijo que las nuevas medidas de la administración Trump dirigidas a Cuba pretenden "dinamitar nuestra(s) relación(es) para provocar realmente una ruptura de la relación, e incluso crear condiciones, en mi opinión, para, si es necesario, una confrontación militar".
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Trump y sus principales funcionarios han adoptado una línea dura hacia Cuba tras asumir el cargo en enero, devolviendo a la isla a una lista de estados patrocinadores del terrorismo de Estados Unidos, que endurece las reglas sobre remesas y cierra los programas de migración que permitían a algunos cubanos trabajar legalmente en Estados Unidos.
Funcionarios de Trump no han amenazado públicamente con ninguna acción militar. El Departamento de Estado de Estados Unidos no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El jefe de misión de Estados Unidos, Mike Hammer -el principal diplomático estadounidense en La Habana- ha viajado mucho por la isla en los últimos meses para reunirse con disidentes políticos, lo que ha levantado la ira del Gobierno cubano, que lo acusa de buscar fomentar disturbios.
La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano advirtió verbalmente a Hammer de que había incitado a "ciudadanos cubanos a cometer actos delictivos graves, atentar contra el orden constitucional o alentarlos a actuar contra las autoridades", acciones que calificó de violación de las normas de la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas.
Tablada acusó a Hammer de canalizar fondos humanitarios estadounidenses para socavar al gobierno cubano y dijo que no se permitiría que diplomáticos cubanos tuvieran conductas similares en Estados Unidos.
"Empujar a ambos países a escenarios de confrontación y colisión no es una buena idea", señaló. Apenas unos días antes de que Trump asumiera el cargo en enero, la administración del expresidente Joe Biden había retirado a Cuba de su lista negra de terrorismo, revirtiendo las sanciones durante el primer mandato de Trump.
Tras volver al cargo, Trump devolvió rápidamente a Cuba a la lista negra y también restableció muchas de las restricciones al comercio y los viajes que Biden había flexibilizado.
Con información de Reuters