Mientras el gobierno de Javier Milei y sus aliados festejan las cifras oficiales que describen una fuerte baja de la pobreza en el último año, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, advirtió que situación social que están viendo en las calles y, especialmente, en los centros de Cáritas y de ayuda de la Iglesia Católica es otro. "Sí, los análisis macroeconómicos dicen que no sé cuántos millones salieron de la pobreza. Pero la realidad es que hay un montón de gente que antes no venía y ahora viene a Cáritas o viene a los organismos de ayuda de la Iglesia", aseguró en una entrevista con El Destape 1070.
Colombo destacó que en estos centros de ayuda de la Iglesia Católica "cada vez hay más gente que pide". "Tenemos más gente en necesidad que antes porque claramente hay un montón de sectores que antes no pedían y que ahora piden," sostuvo y agregó: "Los números de gente en situación de calle hablan."
El miembro del clero explicó que "ha crecido la necesidad y la transversalidad" y ejemplificó: "Cada vez hay más gente de otras clases sociales que necesita. Por ejemplo, hay trabajadores y jubilados que piden." Esto a su vez, está alimentando un clima de crisis social: "Se ha incrementado también la tensión y el nerviosismo," contó y continuó: "A veces la gente se enoja con nuestros voluntarios porque no pueden llevarse todo lo que en algún momento se podían llevar."
Los reclamos de la Iglesia
"Desde la Iglesia católica, nos venimos manifestando en distintas ocasiones. Últimamente, sobre puntos concretos de lo que sentimos son las variables del ajuste. Nos referimos a los jubilados, a la atención de la discapacidad, también abordamos la situación de los médicos residentes del Garrahan, también trabajamos el tema del INTA y últimamente, hace poquitos días, volvimos sobre el tema de los jubilados," explicó Colombia y agregó: "Más que declaraciones genéricas, tratamos de abordar los puntos concretos en los que vemos que nuestra sociedad está haciendo agua."
El dirigente social destacó: "Estamos viendo cómo sufren estos colectivos," y puso como ejemplo "el tema de las personas en situación de calle y la baja de la edad de imputabilidad" vinculada a las políticas de seguridad. Sin embargo, denunció, hasta ahora no encontraron con quién hablar entre las autoridades del Estado. "Buscamos que alguien nos escuche. Al no tener interlocutores, al no ser tenidos en cuenta, al menos unimos voces con la sociedad, que no somos los únicos, pero no tenemos quien escuche," sostuvo y aclaró: "Hay un vínculo institucional con la Secretaría de Culto, pero es un vínculo institucional."
"No hay un diálogo más amplio con el Gobierno," sentenció y recordó que, aún en las peores crisis lo hubo. "El momento más dramático, que era el año 2001, la Iglesia acompañó un proceso maravilloso que fue el Diálogo Argentino, que permitió de alguna manera hacer puentes en esas situaciones tan dramáticas que se estaban viviendo. Al revés, por la positiva, podría decir que tuvimos la experiencia de que en los momentos más críticos de la Patria la interacción, no solo de la Iglesia sino con toda la sociedad, es un instrumento formidable para salir todos hacia adelante."