Mientras el Gobierno nacional celebraba los números de pobreza que anunció el Indec, desde ciudades como Rosario, Santa Fe, criticaban el método con el que se abordó esa cifra y advirtieron que, en contraposición, existe un "incremento de la indigencia". También alertaron por "la cantidad de gente que pide ayuda alimentaria" y exigieron "más presencia" del gobierno de Javier Milei.
“El Indec mide la pobreza a partir de ingresos, pero nosotros desde el municipio tenemos otra percepción. En Rosario vemos un incremento de la indigencia y hay un crecimiento de la demanda de los servicios sociales que tiene el municipio”, dijo el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni, según el medio local Rosario 3.
La última medición de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec indicó que la pobreza en esta ciudad santafesina descendió al 28,1% durante el primer semestre de 2025. Además, se detalló que el 21,7% de los hogares del Gran Rosario se encuentran por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 6,2% de las personas y el 6% de los hogares están en situación de indigencia.
Sin embargo, Gianelloni planteó que observan “un tablero un poco más complejo" en el seguimiento de la "situación social" de Rosario, que también se evidencia en otras zonas del país. "Notamos un incremento de la pobreza en Argentina en general”, agregó.
El reclamo al gobierno libertario
Ante esta situación, el titular de Desarrollo Humano pidió "más presencia" del gobierno de Milei. “Es una situación compleja, no tenemos esa mirada tan optimista del Indec. Nosotros en el Estado no nos peleamos con las estadísticas, lo que tenemos que hacer es pedir ayuda al Gobierno nacional en lo social, porque cada vez estamos más complicados los estados municipales”, concluyó Ginelloni, y luego agregó: "Los estados tienen que hacerse cargo"
En ese sentido, el funcionario ejemplificó que estos efectos se ven también en “la cantidad de gente que pide ayuda alimentaria, la que recurre al servicio de salud pública, la que pierde el trabajo o los jubilados que no pueden comprar sus remedios”.
El referente municipal señaló que “de un año a otro ha crecido un 30 por ciento la demanda de los servicios sociales en la ciudad”, y afirmó que esa situación “la puede confirmar la gente que trabaja en salud pública o quienes tienen un comedor comunitario” en Rosario y alrededores. “La forma de medir el pulso social es más compleja que hacerlo de acuerdo a los ingresos”, subrayaron.