Diez cosas que Milei no puede explicar sobre la criptoestafa Libra

El presidente argentino aún no da explicaciones sobre su rol en la criptoestafa de la memecoin Libra, que estalló tras su promoción en redes y dejó un tendal de damnificados. Mientras el Gobierno bloquea la investigación en el Congreso y la Justicia local se mueve con lentitud, crecen las sospechas sobre vínculos, negocios y encubrimientos que comprometen al propio Milei y a su círculo más cercano.

01 de mayo, 2025 | 00.05

Javier Milei no puede explicar el caso Libra. Eso explica por qué el gobierno intenta bloquear todos los avances que intentan echar luz sobre la criptoestafa. Ayer, después de una vergonzosa maniobra, lograron trabar la elección de autoridades de la comisión investigadora. Antes de ayer, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, interpelado por la cámara de Diputados, montó un show en el Congreso repitiendo mentiras y omitiendo buena parte de los hechos públicamente conocidos y comprobados. 

Las pesquisas del Poder Legislativo continuarán en dos semanas y el Poder Judicial no parece muy dispuesto a forzar la marcha. Mientras, se espera el avance de causas en Estados Unidos. Pero mientras tanto hay diez cosas que el presidente no puede explicar, a dos meses y medio de la noche en la que promocionó la memecoin que se estrelló en menos de una hora, dejando 100 millones de dólares en el limbo.

Milei no puede explicar de dónde sacó el contrato. El argumento del presidente consiste en decir que él se limitó a difundir información pública sobre un emprendimiento entre privados del que él estaba al margen. Sin embargo, está comprobado que su tuit de las 19:01 del 14 de febrero fue la primera vez que se dio a conocer ese dato en internet. Sacando a quienes se beneficiaron de información privilegiada, nadie supo de la existencia de $LIBRA hasta que Milei no posteó.

Milei no puede explicar la sincronía de sus actos con los de otros actores clave. Su primer mensaje en X sucedió inmediatamente después de que se creara el pool de liquidez que permitía operar la criptomoneda. El segundo mensaje, explicando por qué había borrado el primero, se publicó cinco horas más tarde, exactamente al mismo tiempo que KIP Protocol, una de las empresas involucradas, publicaba su comunicado exculpando al presidente.

Milei no puede explicar qué hizo durante las cinco horas en las que mantuvo su posteo publicado ni por qué decidió borrarlo cuando lo hizo. Antes de las nueve de la noche la cotización de Libra ya se había derrumbado, sin embargo el presidente demoró casi cuatro horas más en reaccionar. Cuando lo hizo no supo dar una explicación consistente de por qué cambió de opinión o por qué demoró tanto en borrarlo. Una práctica habitual en el negocio de las criptoestafas es pagar a figuras públicas para que mantengan sus posteos por una cierta cantidad de horas y el valor final del contrato está atado a que ese tiempo se cumpla. 

Milei no puede explicar si Libra era una oportunidad para financiar a emprendimientos o si era un casino. Este martes el jefe de Gabinete no pudo resolver esa contradicción: la versión oficial sostiene, simultáneamente, que el proyecto era legítimo y que los que perdieron dinero no pueden quejarse porque era como ir al casino. Las dos cosas no son posibles al mismo tiempo.

Milei no puede explicar la naturaleza de su relación con Hayden Davis. El desarrollador estuvo tres veces en la Casa Rosada, dos veces reunido con el presidente, que lo presentó en redes sociales como un asesor en materia de criptomonedas. Sin embargo, no hay una explicación sobre qué se habló en esas reuniones.

Milei no puede explicar qué acordó con Davis. Después de una de esas reuniones, Davis fue visto celebrando en el hotel donde se alojaba. De acuerdo a lo que dijo esa noche, había firmado un contrato con el gobierno argentino para representarlo en materia de cripto. No hubo explicaciones al respecto.

Milei no puede explicar qué pasó con la plata. Después del escándalo, Davis reconoció haber retirado la plata aunque dijo que lo hizo para preservarla en nombre de sus verdaderos dueños. Cuando le preguntaron quiénes eran, sólo atinó a decir “Argentina” y “el equipo de Milei”. También dijo que si en un plazo de 48 horas no le decían qué hacer con la plata, daría a conocer más detalles que involucraban al presidente argentino. Eso no sucedió, por lo que se desprende que hubo algún tipo de negociación exitosa en ese lapso. Pero al día de hoy nadie se hace cargo de esos 100 millones de dólares.

Milei no puede explicar por qué no hace una denuncia sobre Libra si fue utilizado contra su voluntad para promover una estafa. La excusa que utilizó Francos en el Congreso es que ya existen investigaciones en curso, sin embargo en todas las investigaciones que hay, el presidente figura en el lugar de acusado.

Milei no puede explicar la relación de Novelli con Karina. El trader estuvo reunido al menos seis veces con la hermana del presidente, pero no conocemos el contenido de estas conversaciones.

Milei no puede explicar por qué el gobierno auspició Tech Forum. El evento fue un montaje precario, creado con pocos meses de tiempo y sin ningún antecedente ni atractivo que no fuera la presencia del presidente argentino. ¿Por qué decidió asistir a un evento de estas características, por qué lo auspició y por qué se hizo sin público ni prensa? No hay respuesta a esas preguntas.

Milei no puede explicar los pedidos de coima. El escándalo Libra destapó otro más grande: las denuncias contra Karina y Javier Milei por el cobro de coimas a cambio de acceso privilegiado. A partir del 14 de febrero salieron a la luz o se recordaron denuncias consistentes acerca de esta conducta, desde el orfebre Pallarols hasta el creador de Cardano, pasando por la agencia de noticias Bloomberg y empresarios como Wenceslao Casares.