A días del cierre de alianzas para las elecciones nacionales, volvió Macri

El ex presidente se mostró con el diputado nacional Martín Yeza, lapicera en mano. Un dirigente de su mesa chica aseguró que el PRO no va a desaparecer y que el acuerdo en Buenos Aires responde a una decisión táctica.

29 de julio, 2025 | 00.05

Lapicera en mano, Mauricio Macri se volvió a presentar activo a días del cierre de alianzas para las elecciones nacionales del 26 de octubre. El ex presidente se mostró con el diputado Martín Yeza, quien comanda la Asamblea del PRO. Con el receso parlamentario y las listas confirmadas para septiembre, se espera una semana con pocos movimientos pero muchas especulaciones.

Las elecciones provinciales encontraron al PRO acuerdista con una lectura optimista. Frente a las encuestas internas y la proyección de bancas a conquistar en la Legislatura bonaerense, les resultó positivo el pacto con La Libertad Avanza al considerar que incrementaron sus chances de renovar escaños en el parlamento provincial.

A nivel nacional, la propuesta de los libertarios no está lejos de la que puso el macrismo sobre la mesa a la hora de negociar. Los amarillos pidieron cuatro nombres, pero los violeta estarían dispuestos a darles tres en lugares entrables. Probablemente para el sector de Diego Santilli y Cristian Ritondo.

La confluencia de ambos sectores genera, sin embargo, ciertas preguntas hacia adentro. La principal es si el PRO va a desaparecer. El macrismo de Mauricio está convencido de que no y, con cierta paciencia, intenta no ser vencido por lo vertiginoso de los análisis.

“Esto es una maratón”, definió Fernando De Andreis, que integra la mesa chica de Macri. Es una frase que suelen repetir varios dirigentes, en especial aquellos que decidieron no acordar con los libertarios en Buenos Aires. Dicen que ya vivieron momentos difíciles con el partido y que, tarde o temprano, la situación se acomodará.

Lo del acuerdo bonaerense, sostuvo De Andreis en Seúl Radio, “es una decisión táctica que va a impactar en una elección puntual. El PRO ya tiene muchas elecciones encima. Incluso, no va a ser la primera vez que hagamos esto. Lo hicimos en el 2013, también en la provincia. El PRO, para mí, es mucho más grande que una decisión de cierre electoral”.

En esa linea, el ex Secretario General de la Presidencia durante la gestión de Cambiemos destacó las gestiones del PRO en todo el país, desde gobernaciones hasta intendencias, pasando por legislaturas provinciales y el Congreso nacional. “Ya son 20 años (de partido). No se va a terminar por un cierre de listas puntual en un distrito”, sostuvo. Incluso, aseguró que, para él, no se trata de algo “definitivo”, sino “circunstancial, es algo táctico”.

El entorno de Mauricio repite, hace tiempo, que la actitud del PRO es novedosa para la política nacional porque el partido decidió ayudar a Javier Milei de forma desinteresada. De Andreis explicó algo de eso al asegurar que el espacio amarillo no va a “desaparecer” si La Libertad Avanza tiene éxito en su gestión. Pero señaló que “en este momento, lo que corresponde y lo que eligieron los argentinos, es apoyar al gobierno, el rumbo de este gobierno”.

Como se sostuvo desde el inicio de la gestión de Milei, el PRO de Macri considera que el apoyo al gobierno tiene que llegar desde el Congreso, que es el lugar que hoy ocupa el macrismo. Pero con ciertos límites, como el que se le impuso al intento de nominar a Ariel Lijo en la Corte Suprema por decreto.

Una posición extraña para el PRO que, con una actitud de apoyos circunstanciales, a veces pudo verse desdibujado. De Andreis lo describió como un acompañamiento del “sí, pero” que “lleva tiempo que se entienda. Cuando vas a una elección en la que se vota 'A o B', estás medio frito. Por eso yo creo que el problema de octubre en el corto plazo es ese. Pero, a la larga, hay un espacio para ese entendimiento”.

En el corto plazo, para el dirigente amarillo, el gobierno debería concentrarse en “diciembre” porque la pelea con la casta no va a alcanzar y será necesario cierto sustento político para evitar temblores post electorales.

Se cree que los problemas para Cambiemos llegaron cuando, en 2017, Esteban Bullrich le ganó de forma ajustada la elección a Cristina Kirchner. Para la categoría de senadores, el ex ministro de Educación se impuso por el 4% de los votos, menos de 400 mil de diferencia con la ex presidenta. Esa cercanía, se supone, materializó el temor a un regreso peronista, disparó el riesgo país y ahuyentó posibilidades económicas.

Por eso, para el PRO es importante que el gobierno prevea las consecuencias de una elección peleada en octubre. “Por ahí es antinatural para ellos, pero lo mejor que le podría pasar a la libertad avanza es que es que el mundo creyera que la alternativa de LLA en el 2027 es el PRO y no el kirchnerismo, pero al mismo tiempo están muy preocupados en en ganarle al PRO”, dijo De Andreis.