La Justicia falló a favor de una mujer que se fracturó seis costillas en un juego del Parque de la Costa, ubicado en Tigre, y recibirá una indemnización que supera los $ 23 millones. El hecho ocurrió en 2019, cuando la victima disfrutaba del "samba" con su hija.
El fallo fue dictado por la Sala M de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, integrada por los jueces Guillermo Dante González Zurro y María Isabel Benavente. Según consta en el expediente, la mujer, en medio de las sacudidas por el juego, se golpeó la espalda contra la base de los asientos.
Este golpe le provocó un traumatismo de tórax con múltiples fracturas y los médicos le habían desaconsejado una cirugía. Durante todo el proceso judicial, la postura de la empresa apuntó contra la víctima, identificada como Mónica Alejandra González, y la acusó de "no respetar" las normas de seguridad, al señalar que no se había sujetado con ambas manos de la baranda, incluso se habría puesto de pie durante el paseo, lo que introdujo —según la defensa— un factor de riesgo adicional.
¿Qué dice el fallo?
Sin embargo, la sentencia hizo hincapié en la responsabilidad del personal a cargo. Un perito destacó que el operador debía haber detenido el juego ante cualquier inconveniente, algo que no ocurrió según de una testigo. Por su parte, La Segunda Cooperativa de Seguros Generales, llamada en garantía, “reconoció su carácter de aseguradora y opuso una franquicia de u$s 55.000, conforme a la póliza suscripta. Asimismo, negó categóricamente los hechos y pidió el rechazo de la demanda”.
La sentencia del 30 de diciembre del 2024 hizo lugar a la demanda y, en consecuencia, condenó a Parque de la Costa S.A. a pagarle a la víctima la suma de $ 23.550.124,11, "más intereses –en el caso de montos a valores históricos- y , en el caso de los restantes que están fijados a valores actuales, en una tasa pura equivalente al 8% anual hasta la fecha de la sentencia".
MÁS INFO
¿Cómo fue el hecho?
Todo comenzó el 5 de febrero de 2019 cuando González concurrió junto a su hija al parque. Antes de ingresar al samba, les hicieron dejar sus hicieron dejar bolsos y carteras, tal como lo
indican los carteles. "La operadora maniobraba mecánicamente el juego a su voluntad y hacía cimbronazos tan violentos que el cuerpo de los asistentes volaba sobre los asientos y sus pertenencias comenzaron a caer, como varios teléfonos celulares y los anteojos de su hija Marisol, que los llevaba en uno de los bolsillos de su camisa, por lo que el juego fue pausado", relata el fallo.
Un hombre que estaba hacia su izquierda atrapó los anteojos de su hija pero la distancia entre ellos no permitía alcanzárselos, por lo que González se mantuvo tomada de la mano derecha de la baranda y extendió la mano izquierda, levantándose levemente del asiento. En el instante en que logró tomar los anteojos, se puso nuevamente en marcha el juego mediante golpeteos, por lo que ella cayó de rodillas contra el suelo.
Posteriores maniobras de desniveles la hicieron derrapar de una punta a la otra hasta quedar sentada en el piso, debajo de su asiento original. Tras esto, se sucedieron cinco cimbronazos tipo golpeteos, que hicieron que golpeara su espalda sobre la base de los asientos. Debido a esa sucesión de golpes, sufrió un traumatismo de tórax con fracturas en cinco costillas, ante lo cual le fue desaconsejado someterse a cirugía.