Por qué es tan peligrosa la "chaqueta amarilla", la avispa carnívora que ataca picnics en la Patagonia y que no se ahuyenta con repelentes

Se trata de un tipo de avispa que puede causar graves afecciones en los seres humanos. Científicos recomiendan que, al ver una chaqueta amarilla, lo recomendable es quedarse quieto y no intentar ahuyentarla. 

13 de noviembre, 2025 | 17.34

Las avispas, al igual que las abejas, son grandes polinizadoras e indispensables para el equilibrio de los distintos ecosistemas terrestres. Sin embargo, existe un tipo de avispa que puede causar importantes daños en la salud humana y en la del medio ambiente

Se trata de la “chaqueta amarilla”, una especie originaria de Eurasia y el Norte de África que comenzó a habitar en la Argentina en el año 1978.  

Al menos se tiene registro de su primera aparición en la región de Andacollo, una localidad ubicada en la provincia  de Neuquén.  Hoy está presente en todo el mundo y hasta ha atacado a las personas en situaciones de picnics o campamentos. 

A esta particular avispa se la considera como una especie “invasora”, pero no porque haya una invasión en alguna zona en puntual, sino porque, según los expertos, puede reproducirse en hábitats no naturales para sí y generar males en el planeta. 

Lo peculiar y más preocupante es que puede sobrevivir a ambientes múltiples con diversos climas. Científicos del CONICET sostienen que su capacidad de expansión puede ser de 37 kilómetros por año. 

¿Cómo es la chaqueta amarilla?

La chaqueta amarilla es reconocible a simple vista porque posee una línea amarilla en su cabeza y debajo de uno de sus ojos. Además, tiene manchas negras ubicadas en su abdomen.  En tanto, suele hacer nidos en el suelo y en algunos huecos de los árboles. 

Esta avispa puede producir picaduras y mordeduras muy dolorosas a tal punto de causar graves afecciones en sus víctimas humanas gracias al funcionamiento de su aguijón. Se alimenta, en mayor medida, de insectos y ataca a las personas si se siente amenazada. 

Qué hacer al ver a una chaqueta amarilla

Los investigadores que estudian a la especie recomiendan quedarse quietos y llamarle la atención lo menos posible. Bajo ninguna circunstancia, hay que intentar ahuyentarlas o pegarles. 

“Lo más urgente dada la alta frecuencia de ataques a seres humanos es que nosotros mismos aprendamos a conducirnos de modo tal que si está cerca nuestro, no estimulemos su reacción”, indicó Francisco Javier Sola, Becario Posdoctoral en el Laboratorio de Recursos Agroforestales. 

En este sentido, recomiendan a la hora de acampar, por ejemplo, chequear si hay algún nido de esta avispa en el suelo. De ser así, es aconsejable mudar el picnic a otra parte. También es importante mantener los alimentos en recipientes cerrados para evitar atraerlas. 

Y, en el caso de que la chaqueta amarilla haya atacado a alguien, lo mejor es acudir a un hospital o llamar a emergencias.