La construcción en Argentina está cambiando y ya no es necesario depender exclusivamente del cemento para levantar viviendas o edificios. Alternativas como la bioconstrucción con tierra, bloques de madera prefabricados y el sistema de steel framing, que utiliza estructuras de acero galvanizado con paneles aislantes, se posicionan como opciones innovadoras y eficientes.
En el país ya existen diversas soluciones constructivas industrializadas que minimizan el uso de materiales húmedos, privilegiando el acero como material principal. Hay muchas empresas argentinas que se especializan en estructuras portantes de acero, fabricadas en planta y montadas en obra, para casas, edificios residenciales, comercios y estructuras industriales, garantizando precisión en tiempos y costos.
También está creciendo en el país la construcción modular, que es el más alto grado de industrialización y permite crear soluciones habitacionales de calidad, eficientes y relocalizables.
En la construcción modular, los módulos se fabrican íntegramente en fábrica y llegan terminados para ser habitados. Este método, además de acelerar los plazos, es más sustentable. La estructura de acero tiene una menor huella de carbono que el hormigón y es completamente reciclable. Al tener menos peso de estructura, reducir las fundaciones y el movimiento de suelos, asegura un menor impacto ambiental.
Además, la construcción en seco genera menos residuos y se realiza en menos tiempo que los métodos tradicionales. La aislación térmica es otra de sus fortalezas, lo que mejora el confort interior de las viviendas o edificios.
El proceso de construcción modular incluye la fabricación de la estructura 3D de acero, seguido por la colocación de pisos y muros de steel framing, y la incorporación de instalaciones eléctricas, sanitarias y revestimientos. También se usan materiales como lana de vidrio, placas de yeso, porcelanatos y carpintería con doble vidrio hermético, asegurando calidad y eficiencia.
Los costos de las construcciones alternativas
En cuanto a costos, la construcción industrializada es similar a la tradicional, pero permite reducir el tiempo de obra en un 50 por ciento y consume menos energía gracias a su mejor aislación. Por ejemplo, una vivienda modular puede estar lista entre 60 y 90 días.
Un caso emblemático es el primer edificio modular de seis pisos en Argentina, ubicado en Añelo, que se fabricó en cuatro meses y se montó en solo 28 días. Se espera que los próximos proyectos reduzcan estos plazos a dos meses de fabricación, con entregas totales en cuatro a seis meses, y que la producción mensual de edificios modulares permita tiempos de tres a cuatro meses, manteniendo altos estándares.
Respecto a precios, las viviendas modulares van desde 30 m² hasta 78 m² con diferentes configuraciones. Por ejemplo, la vivienda Evolutiva Modular de 30 m² cuesta US$ 31.308, mientras que la casa Mediterránea Modular de 78 m² con cuatro ambientes y dos baños tiene un precio de US$ 76.613, ambos con IVA incluido.
El costo por metro cuadrado para edificios modulares en Buenos Aires ronda los US$ 1300 más IVA, y en Añelo es de aproximadamente US$ 1700 más IVA. Se espera que, con mayor volumen y optimización, estos valores sigan bajando.
