No es yoga: 5 secretos para regular el estrés rápido, según expertos

Estas son las 5 actividades que te ayudan a disminuir el estrés rápido, según expertos.

03 de junio, 2025 | 16.18

Regular el estrés puede ser una tarea muy desafiante hoy en día, especialmente para aquellas personas que viven en la ciudad y llevan un estilo de vida muy acelerado. Además del yoga, la práctica por excelencia con evidencia científica de que disminuye los niveles de cortisol y estrés, existen otras cosas que podés hacer para bajar el estrés rápidamente, según expertos.

Existen ciertas actividades que regulan nuestro sistema nervioso central y los niveles de cortisol que segrega nuestro cerebro. De esta forma, se pueden prevenir o disminuir los picos de estrés, ansiedad, o bien ayudarnos a relajar un poco la mente y el cuerpo después de un día largo y agotador.

“La respiración profunda es una herramienta valiosa, pero no es una solución que funcione para todos por igual”, dice el consejero profesional licenciado Robert Bell, en diálogo con Real Simple. Según expertos en el tema, estas son otras alternativas que podés implementar además de las respiraciones profundas para bajar el estrés rápidamente.

Las prácticas que regulan el estrés, según expertos

1. Enraizamiento (grounding)

El grounding es una técnica que nos invita a enraizarnos al suelo para sentir que nuestra mente baja a tierra y vuelve al presente. En momentos de ansiedad, uno está demasiado acelerado pensando en posibles escenarios catastróficos que todavía no sucedieron. Para volver al aquí y ahora, los expertos recomiendan el grounding.

Consiste en descalzarse. Idealmente, esta práctica se hace descalzándose sobre la tierra o el pasto, ya que el contacto directo con la naturaleza regula la hormona del cortisol. Si no tenés pasto o tierra en tu casa, podés practicarlo en el piso. Se sugiere que te concentres en el apoyo de toda la planta del pie, flexiones las rodillas, cierres los ojos, relajes el cuerpo y practiques respiraciones profundas mientras ponés el foco únicamente en sentir el contacto con el piso.

2. EMDR (estimulación bilateral)

La estimulación bilateral, una técnica común en la terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular (EMDR, por sus siglas en inglés), “consiste en activar ambos lados del cuerpo con un movimiento rítmico y alternado”, según Bell. Las investigaciones sobre el tema sugieren que la estimulación bilateral puede imitar la fase REM del sueño, una etapa clave en el procesamiento de eventos emocionales.

Podés practicarla mediante movimiento físico, como golpeando suavemente partes de tu cuerpo, o estimulando otros sentidos. Por ejemplo, podés escuchar sonidos ASMR que se encuentran en Internet, diseñados específicamente para calmar al cerebro e inducirlo en un estado de relajación.

3. Moverte

Hacer estiramientos suaves, elongar o practicar algunas posturas de yoga, como la de El Niño, o bien salir a dar una vuelta, activa el sistema nervioso parasimpático, que reduce la respuesta de lucha o huida del cuerpo, según Bell. Optá por actividades que realmente te gusten. Si no te gusta ir al gimnasio, podés probar con pilates, o bien ser constante con las caminatas y salir a caminar todos los días al menos 30 minutos. Si no podés hacer nada de eso, poner una canción y bailar en casa puede ser otra buena opción.

4. Manualidades 

Manualidades como cocinar galletitas, una torta, un budín, armar un rompecabezas, tejer a crochet o dibujar pueden ser muy buenas opciones para bajar el estrés. Se trata de actividades mindfulness, que requieren toda tu concentración para realizarse. "Las manualidades como tejer, colorear o incluso clasificar cuentas pueden ser terapéuticas. La naturaleza táctil de estas actividades, sumada a su cualidad repetitiva, puede calmar una mente inquieta", dice Bell.

5. Creá tu propio mantra

La repetición de mantras "ayuda a contrarrestar el diálogo interno ansioso y a generar una sensación de seguridad”, explica Bell. Podés inventar tu propia frase, por ejemplo "Estoy en el presente, aquí y ahora, y no me preocupo por cosas que todavía no pasaron", "Estoy a salvo y estoy tranquilo/a", "Estoy protegido/a por el universo y todo siempre sucede a mi favor". También podés tomar frases que te gusten de canciones o libros. Lo importante es que te las repitas a diario y las sientas hasta internalizarlas.