Seguro los hacés: los 3 hábitos comunes que te quitan años de vida, según expertos

Existen tres hábitos que la mayoría de las personas practica a diario, pero que según expertos, es tan malo para la salud que incluso puede restarte años de vida. Cuidar de nuestros hábitos es fundamental para llevar un estilo de vida saludable, prevenir enfermedades físicas y mentales y llegar a la vejez con una mejor calidad de vida. Pero cuando hacemos las cosas mal, es esperable que a largo plazo el cuerpo y/o la mente comiencen a fallar antes de lo previsto.

Los expertos en salud señalan constantemente la importancia de alimentarse saludablemente, descansar correctamente, gestionar el estrés y las emociones, practicar actividad física, entre muchas otras cosas. Sin embargo, existen otros hábitos clave que muchas personas realizan a diario sin saber siquiera lo mal que le hacen a la salud, y menos que menos, que pueden quitarte la longevidad en silencio.

Los 3 hábitos negativos que te sacan años de vida, según expertos

1. El diálogo interno negativo

Esto es algo que la mayoría de las personas hace a diario, muchas veces sin notarlo. Decirte cosas a vos mismo en tu mente, como "qué tonto/a que soy", "no soy inteligente", "no soy una buena persona", "soy un fracaso", afectan más tu salud mental y física de lo que pensás. Según expertos, refuerza tus creencias negativas sobre vos mismo, generando patrones de pensamiento poco saludables que pueden ser muy difíciles de modificar. 

"Con el tiempo, el diálogo interno negativo, al impactar en un estado de ánimo ansioso o deprimido, puede aumentar el riesgo de adoptar conductas de afrontamiento poco saludables, como el consumo excesivo de alcohol o cannabis, la falta de ejercicio o de una dieta nutritiva, y trastornos de ansiedad o depresión", explica la Dra. Ashwini Nadkarni, profesora adjunta de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, en diálogo con Real simple. Y aconseja que lo ideal es "reconocer lo que no está funcionando y practicar la autocompasión, lo cual puede brindar mayor motivación para resolver los problemas".

2. Leer muchas noticias o cosas negativas en las redes sociales

Pasar un tiempo excesivo con el celular usando redes sociales o leyendo noticias negativas puede empeorar tu estado de ánimo, aumentar el estrés y reducir la satisfacción general con la vida a largo plazo. “Además de ansiedad y depresión, el doom-scrolling puede agravar condiciones de salud mental como el TEPT (trastorno de estrés postraumático) o causar problemas de sueño y cognición”, dice Ashwini. En lugar de tomar automáticamente el teléfono, recomienda usar tu tiempo libre haciendo otra cosa, como salir a caminar, dejar el celular y poner música relajante.

3. Las preocupaciones constantes por todo

Es normal que como seres humanos, tengamos cierto nivel de estrés y preocupaciones. Pero cuando esto se descontrola y no podemos gestionarnos, nos lleva a vivir en un constante estado de ansiedad, lo que afecta tanto la salud mental como física. Esto puede ser por el trabajo, por las relaciones, los estudios o por cualquier otra cosa que estés atravesando y te genere un desbalance emocional constante. "Dolores de cabeza, problemas para dormir y trastornos gastrointestinales como el síndrome de intestino irritable están asociados con el exceso de preocupación”, dice Ashwini. Además, señala que es clave practicar ejercicio físico para reducir el estrés.

Cómo romper el círculo de los hábitos nocivos

Si alguno de estos hábitos negativos te resuena y considerás que lo practicás a diario, es momento de cambiarlo. Los hábitos se automatizan con el tiempo, y aunque pueda parecer muy difícil modificarlos, ya que los terminamos haciendo inconscientemente, la verdad es que sí es posible. Ashwini indica que una señal clara de que un hábito es perjudicial es cuando interfiere en nuestro día a día, nos impide cumplir con nuestras tareas diarias y nos quita la capacidad de disfrute.

Para comenzar a romper con hábitos dañinos, es clave hacer un seguimiento de ellos. Escribir en un papel detalladamente cómo son estos hábitos que practicás, en qué momentos o situaciones los hacés y cuáles son los patrones de pensamiento que se te aparecen al hacerlos es un gran buen comienzo. "Esto implica monitorear qué los desencadena y cómo afectan el estado de ánimo y los pensamientos. Finalmente, es fundamental replantear los pensamientos negativos para reemplazar el hábito con estrategias de afrontamiento más positivas", cierra la experta.