La emergencia hídrica en la provincia de Corrientes sigue escalando tras la intensas lluvias de las últimas semanas. Si bien el gobernador Juan Pablo Valdés dijo que su administración logró "acompañar y escuchar a los vecinos", las inundaciones marcan una realidad diferente: alcanzó niveles críticos. El último reporte oficial confirmó que más de 130 familias de la localidad de San Luis del Palmar fueron evacuadas y pasarán Año Nuevo lejos de sus hogares.
La intensidad de las precipitaciones provocó el colapso de los suelos y el avance incontenible del agua, lo que obligó a cientos de familias a abandonar sus viviendas en una de las crisis climáticas más severas de los últimos tiempos para la región.
Tras más de 10 días de asedio constante, unas 450 personas de la misma localidad se encuentran distribuidas en los 13 centros de evacuación habilitados, mientras que otros 200 vecinos se autoevacuaron en viviendas de allegados.
Las consecuencias del temporal reavivaron el malestar social en distintas comunidades. Vecinos de San Luis del Palmar y otras localidades apuntaron contra la falta de obras hídricas y responsabilizaron a la gestión provincial encabezada por Gustavo Valdés, que hace algunas semanas heredó su hermano. Denuncian ausencia de planificación y políticas de prevención frente a eventos climáticos cada vez más extremos.
Sin embargo, al menor de los Valdés no le entra una bala: sostuvo que, ante este tipo de fenómenos, el margen de acción es limitado. En declaraciones para Radio Sudamericana, señaló que la situación en San Luis del Palmar es "especialmente delicada" por las características del sistema hídrico, ya que se trata de una cuenca de unas 360 mil hectáreas cuyo único desagüe es el puente sobre el Riachuelo, condicionado además por la presencia de la Ruta Provincial 5.
El problema no es solo la relocalización de familias que están en las orillas, porque el "riachuelo también entra a la ciudad”, afirmó el mandatario. Asimismo, advirtió que las lluvias intensas se repetirán en los próximos años, por lo que se requiere una solución estructural.
El contexto de inundación trajo aparejadas patologías específicas. Los equipos médicos asisten cuadros de dermatitis y enfermedades gastrointestinales derivadas del contacto con el agua estancada. Además, se informó que el sistema de salud debió intervenir de urgencia ante la mordedura de una víbora, un riesgo creciente ante el desplazamiento de la fauna autóctona por la crecida.
El drama en las zonas rurales y los parajes
La crisis no se agota en el centro de la ciudad. El panorama en las áreas rurales es calificado como grave, con familias que se encuentran literalmente bajo el agua. Entre los puntos más comprometidos se encuentran:
- Empedrado Limpio (cuarta sección): histórico punto crítico que hoy enfrenta una inundación total.
- Segunda sección: El desborde de un brazo del río hacia San Cayetano sobrepasó todas las defensas naturales de la orilla.
- Quinta y sexta sección: áreas lindantes al cauce principal del Riachuelo, que se encuentra completamente desbordado.
