Hay muchos estudios científicos que se llevan adelante sobre la relación entre el ser humano y los animales, más que nada con los perros, los más domésticos al igual que los gatos. En este sentido, se dio a conocer qué significa que una persona sea amante de estos animales para el mundo de la psicología.
Aunque se les llama "los mejores amigos del hombre" desde hace décadas, los perros ofrecen mucho más que compañía. El parecido emocional con los humanos (temores, costumbres, afecto) facilita la creación de vínculos profundos basados en confianza y lealtad.
Rasgos comunes entre los amantes de los perros
Un estudio realizado por psicólogos de las universidades de Florida, Carroll y Marquette encontró que quienes prefieren los perros suelen manifestar:
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Extroversión y sociabilidad: disfrutan del contacto humano y muestran calidez al expresarse.
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Responsabilidad y orden: mantienen estructuras de vida pragmáticas y organizadas
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Paciencia y tolerancia: cultivar a un perro fortalece la comprensión hacia otros
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Afecto y sensibilidad: propician relaciones emocionales profundas con sus mascota
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Actividades al aire libre: el cuidado de un perro suele incluir paseos y contacto frecuente con la naturaleza
Beneficios psicológicos de convivir con perros
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Reducción del estrés: la presencia de un perro reduce cortisol y promueve relajación
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Aumento del bienestar emocional: se eleva la oxitocina, la llamada “hormona del amor”
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Mayor rutina y propósito: los paseos y cuidados diarios estructuran el día, especialmente beneficioso para personas mayores o con dificultades emocionales
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Estimulación cognitiva: especialmente en adultos mayores, el cuidado de una mascota puede ayudar a mantener habilidades mentales.
Sin embargo, aunque el vínculo perro‑persona es saludable, los expertos advierten sobre el riesgo de afecto excesivo, que puede derivar en dependencia emocional perjudicial para ambos. La clave, según indican los expertos, está en una relación equilibrada que respete los límites de cada uno. De esta manera, quienes eligen a los perros como compañía suelen demostrar empatía, sociabilidad, responsabilidad y afecto profundo. Además, se benefician desde lo emocional, cognitivo y físico. Pero como en toda relación, el cuidado saludable implica respeto, paciencia y moderación.
Revelaron cómo ven los gatos a los humanos: la respuesta de la ciencia
Estudios recientes, como los de la Universidad de Oregón, demostraron que más del 60% de los gatos desarrollaron un apego seguro hacia sus cuidadores, similar al que sienten los perros por sus dueños. Es decir, los gatos nos ven como sus protectores o como versiones menos hábiles de ellos mismos.
Además, la visión de los gatos es diferente a la nuestra. Aunque no perciben los colores con la misma intensidad, son excelentes para captar movimientos rápidos y ver en condiciones de poca luz. Esto les permite seguir nuestros movimientos y anticipar nuestras acciones, lo que influye en su forma de interactuar con nosotros. En cuanto a nuestras características, es probable que los gatos no se fijen tanto en los detalles de nuestros rostros como lo haría un perro. Nos reconocen por una combinación de nuestro olor, voz y forma de movernos. Su visión del color es limitada, distinguiendo principalmente tonos verdes, azules y amarillos. Además, su agudo sentido del oído y rápidos reflejos les permiten reaccionar a estímulos que a menudo nosotros ignoramos.