Italia se convirtió en el escenario de un hallazgo arqueológico que promete cambiar lo que se sabía sobre las civilizaciones antiguas de la región. Durante unas obras de mantenimiento en el centro histórico de Viterbo, al norte de Roma, un grupo de operarios se topó con una estructura subterránea que, a simple vista, parecía un túnel común. Sin embargo, cuando los especialistas comenzaron a analizarla, comprendieron que estaban frente a una construcción milenaria de origen etrusco, cuidadosamente tallada en roca volcánica y conservada bajo tierra durante más de dos milenios.
El descubrimiento, que fue rápidamente puesto en manos de los arqueólogos de la Universidad de Tuscia, dejó a todos con la boca abierta. Según las primeras investigaciones, el túnel tiene más de 2.500 años y podría haber sido parte de una red de conexión entre distintas ciudades de la época. Mide alrededor de tres metros de altura por dos de ancho, y se orienta hacia el sureste, en dirección a Sutri, una localidad cercana. Los expertos creen que podría continuar incluso hasta Prima Porta, ya en las afueras de Roma.
En este sentido, el túnel podría haber sido mucho más que una simple galería subterránea. Se trataría de una vía de comunicación, un refugio o incluso un pasaje sagrado.
Cuál sería el origen del túnel milenario
Las teorías sobre el origen del túnel son variadas y aún están en discusión. Algunos expertos sostienen que fue construido por los etruscos, una de las civilizaciones más enigmáticas de la península itálica, conocidos por su avanzada ingeniería y su influencia en la cultura romana. Otros, en cambio, plantean que podría tratarse de una vía consular romana reutilizada durante siglos.
Lo cierto es que la estructura muestra señales de haber sido modificada a lo largo del tiempo, y es que parte del túnel fue tallada directamente en roca, mientras que otros sectores fueron reforzados con ladrillos y arcos, evidencia de intervenciones posteriores, posiblemente durante la Edad Media. De hecho, algunos arqueólogos sugieren que pudo haber sido utilizado como pasaje secreto cuando Viterbo fue sede del papado.
Este hallazgo se suma a una serie de descubrimientos recientes en la región, como la Tumba del Triclinio en Tarquinia y la tumba sellada de Vulci, donde se encontraron joyas, cerámicas y ánforas con vino griego. Será cuestión de tiempo para conocer qué otros secretos esconden estas ciudades del viejo continente europeo, que no para de sorprender con su riqueza histórica.
