Qué hacer en Atalaya: el pequeño pueblo con arroyo que queda a hora y media de CABA

El pequeño poblado es ideal para una escapada de fin de semana. Se trata de una localidad perteneciente al partido de La Plata.

10 de diciembre, 2025 | 11.55

Atalaya es un pueblo perteneciente al partido de La Plata y cuenta con varios atractivos que lo convierten en una opción ideal para una escapada express. Se trata de una localidad en la que solo viven 720 personas y en ella se destacan paisajes perfectos para tomar fotos y disfrutar de tardes enteras al aire libre.

El pueblo funciona como centro de veraneo ya que cuenta con cámpings, un club náutico y es un punto muy elegido para la pesca. La localidad se destaca dentro del partido por su escasa cantidad de habitantes, lo que contribuyó a que, con el tiempo, se consolidara como un destino turístico diferenciado, además de su vida cultural.

Allí el arroyo Atalaya desemboca con el Río de la Plata, formando un paisaje natural muy atractivo para quienes disfrutan de la pesca. También es un sitio elegido por grupos de amigos, parejas y familias que buscan relajarse entre el verde.

Atractivos de Atalaya

Al ingresar a Atalaya, la avenida principal recibe al visitante con un bulevar arbolado: la Rambla Emma Crespi. A lo largo de esta vía se concentra buena parte de la actividad cotidiana de la localidad. En ese recorrido también se encuentra la Iglesia Santa Rosa, un edificio histórico levantado en 1889.

Carnaval de Atalaya.

Sobre el mismo bulevar se ubica “la copa”, un punto de referencia infaltable para quienes viven en la zona. Si desde allí se toma el camino hacia la derecha, se llega a “la otra playita”, un rincón natural ideal para desconectarse, escuchar el murmullo del agua, compartir unos mates y disfrutar del entorno en plena armonía con la naturaleza.

Atalaya

Irala, otro pueblo bonaerense para visitar

Un pequeño poblado del partido de Bragado se presenta como una alternativa ideal para quienes buscan una escapada tranquila y quieren disfrutar de un entorno relajado y aire puro. Se trata de Irala, una localidad de apenas 400 habitantes, ubicada a unas tres horas de la Ciudad de Buenos Aires y conocida por su celebración anual, en la que suelen presentarse artistas de renombre.

La historia de Irala se vincula con la Estancia Santa Isabel y con la colonia del mismo nombre que se asentó en la zona, impulsada en 1903 por la inauguración de la estación ferroviaria Irala, parte del Ramal Chacabuco–Mayor José Orellano del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico. En 1924 se efectuó el primer fraccionamiento de tierras, seguido por nuevos loteos en 1934 y 1942.