Creen que mataba por placer y siguen encontrando restos humanos: habrá más excavaciones en la casa del "asesino de los viernes” de Jujuy

Encontraron más restos en un basural cercano a la casa de Matías Jurado, el joven jujeño investigado como asesino serial. Suman más testimonios y harían pericias clave en Salta.

05 de agosto, 2025 | 17.31

En el barrio Alto Comedero de Jujuy, la casa está cerrada y los vecinos pasan lento, mirando lo poco que pueden,  buscando entender el horror que se escondía detrás de esas paredes de ladrillos grises y que se descubrió hace pocas horas cuando en medio de una investigación, un familiar del sospechoso de ser un asesino serial aseguró que Matías Jurado había matado, descuartizado y quemado a varias personas. Así, la investigación por la desaparición y posible crimen de un hombre de 68 años se convirtió en una novela policial que sigue escribiendo capítulos.

Jorge Anachuri desapareció el viernes 25 de julio. Vivía en una situación de extrema vulnerabilidad y su familia le marcó a la policía la zona donde solía frecuentar. Una brigada de búsqueda de personas dio con la imagen de una cámara de seguridad donde se lo veía junto a otro hombre tomando un taxi. Así lograron determinar la patente y llegaron al chofer, quien explicó adonde había llevado a esas dos personas. La investigación llegó hasta la esquina de Las Rosas y Fraile Pintado, donde supieron que los hombres entraron a una casa que fue allanada. En el operativo encontraron restos de sangre, piel y huesos y detuvieron a Matías “El Gringo” Jurado, un joven con antecedentes señalado por varios vecinos como violento y problemático, pero el horror recién empezaba.

La casa del presunto asesino. Foto: Leo García

El testimonio de un familiar menor de edad, que ocasionalmente vivía en la casa fue clave. En cámara gesell contó que se iba de la casa los viernes porque “pasaban cosas feas” y aseguró que le tenía miedo a su primo. Así el adolescente explicó que Jurado salía en busca de sus víctimas a las que con distintas excusas las convencía y las llevaba a la casa donde luego de tomar alcohol los asesinaba y descuartizaba. Estos datos, sumados a la declaración de vecinos que aseguraban que el joven siempre andaba armado con un machete, se convirtió en la punta de la investigación.

En un primer rastrillaje encontraron huesos en el patio de la casa donde vivía Matías Jurado, su padre y el adolescente. Con más datos, hubo dos operativos en un basural y al costado del arroyo Las Martas donde se levantaron más muestras. Con el perfil armado y la declaración de familiares y vecinos, el fiscal Guillermo Beller empezó a trabajar en una causa que sumó otros cuatro nombres de hombres que están desaparecidos y que encajan con el perfil de Jorge Anachuri, el hombre por quien se inició la investigación. 

El patio que podría ser un cementerio Foto: Leo García

Así el Ministerio Fiscal de Jujuy incluyó en la lista a Juan José Ponce, de 51 años, desaparecido a principios de abril; Juan Carlos González, de 60 años, desaparecido a principios de junio, Miguel Quispe, de 60 años, desaparecido a fines de junio y Sergio Alejandro Sosa, un joven de 25 años desaparecido el 4 de julio. Con esta lista, el fiscal empezó a convocar a los familiares con la hipótesis de que Matías Jurado puede ser un asesino serial y todos son potenciales víctimas. Esa convocatoria tiene como fin tomar muestras de ADN que permitan realizar cotejos con los restos que hallaron en la casa del barrio Alto Comedero y en los alrededores. Esas pericias, que empezaron poco después de que imputaran al acusado, se harían en Salta y los investigadores buscan que se hagan con la mayor rapidez posible ya que la hipótesis principal es que todas fueron víctimas de Jurado.

Con el correr de la investigación, la policía hizo rastrillajes en los alrededores del arroyo Las Martas. Allí una vecina aseguró que “pasó un hombre con una carretilla, le grité para que no tire basura y me dijo que iba a tirar tierra”. Con ese dato siguieron el camino señalado y levantaron restos que serán cotejados con los familiares de los desaparecidos. En paralelo, el fiscal pidió una serie de pericias al acusado en busca de trazar un perfil psicológico ya que descartaron cualquier causa o motivación y la principal hipótesis es que “mataba por placer”.

Ahora, el Fiscal espera un equipo especializado para hacer nuevas excavaciones en la vivienda, ya que el testimonio en cámara gesell establece que puede haber víctimas enterradas allí. Además esperan declaraciones testimoniales de vecinos y familiares del acusado y analizan repetir la cámara gesell al adolescente para ver si ahora que su primo está detenido puede estar más tranquilo y aportar nuevos datos que permitan resolver si Matías Jurado es en realidad “el asesino serial de los viernes”.