Un terrible caso sacude a la ciudad de Alto Comedero, en Jujuy, donde se encontraron en una casa restos óseos que pertenecerían a cinco personas desaparecidas, que estaban en situación de calle. El equipo de fiscales a cargo de la investigación espera la confirmación de las identidades de los huesos hallados en el domicilio de Matías Jurado, quien quedó detenido y sobre quien pesa la hipótesis de que sería un asesino serial.
En el allanamiento de la casa donde vivía Jurado, la Policía encontró manchas de sangre seca, huesos y restos de piel que estaban dispersos en una de las habitaciones, por lo que procedió a detener tanto a Matías Jurado como a su primo, un adolescente menor de edad, que fue la persona que reveló la historia a los investigadores. El acusado ya estuvo preso tres veces. Primero en 2017 por robo agravado y después una causa más en 2018 por amenazas con armas de fuego. En 2021 recibió salidas bajo libertad condicional y se mudó a la casa de su padre en Barrio Comedero, que se convirtió en la casa del horror.
Quiénes son las posibles víctimas
Se trata de Jorge Omar Anachuri, de 68 años, quien desapareció el 25 de julio pasado; Juan José Ponce, de 51 años, desaparecido en abril; Juan Carlos González, de 60 años, desaparecido en junio; Miguel Ángel Quispe, de 60 años, también desaparecido en junio y Sergio Alejandro Sosa, de 25 años, desaparecido en julio. Jurado ocupaba la vivienda con su sobrino, de 16 años, quien le contó a los investigadores cómo actuaba su tío.
El presunto asesino serial salía en busca de indigentes y personas en situación de calle para luego llevarlos a la casa. Tenía dos lugares de búsqueda, que era donde el asesino se sentía cómodo, la antigua estación terminal y el barrio Mariano Moreno. Según se reconstruyó, Jurado seducía a sus víctimas con un falso trabajo en la terminal como maleteros o con una invitación a su casa para tomar alcohol. De forma voluntaria, subían a un remis o taxi. Una vez adentro de su casa, los asesinaba y descuartizaba para deshacerse de los cuerpos.
El hombre detenido usaba un machete para desmembrar los cuerpos y luego los trasladaba a un baldío donde quemaba y ocultaba los restos. Se realizó un operativo en el baldío señalado por el adolescente y encontraron varios restos humanos en bolsas y restos quemados y semienterrados, por lo que se amplió la investigación a las desapariciones en la zona. Ahora falta el análisis de ADN que confirmen la principal hipótesis del equipo fiscal liderado por Guillermo Beller.