En las últimas horas, el Tribunal N° 5 de Quilmes condenó a 13 años de prisión a Ramón Estigarribia, luego de que se comprobaran -al menos- el abuso de tres menores de edad en la localidad bonaerense de Ezpeleta. El hombre, acusado por los abusos, era conocido como "El Paya Moncho" y según dispusieron los investigadores, realizaba eventos solidarios para una presunta ONG donde atacaba a chicas y chicos en situación de vulnerabilidad. Se encontraba detenido hacía ya dos años en la Comisaría 5ta de Berazategui.
A lo largo del proceso penal, se acreditaron un total de tres casos específicos de abuso aunque no descartan que el número de víctimas pueda ser mayor ya que el hombre utilizaba las redes sociales, como Facebook e Instagram, para promocionar sus "eventos solidarios". En esos espectáculos artísticos recolectaba donaciones de ropa, alimentos y útiles que luego eran entregados a los necesitados, según expresaba el propio acusado. Pero detrás de la fachada, cometía los abusos mencionados.
Ante la acreditación de tres casos de abuso sexual, donde presentó pruebas basadas en testimonios de víctimas, la fiscal Mariel Calviño solicitó una pena de 20 años de prisión que, sin embargo, no fue avalada por el Tribunal quilmeño y decidió imponer una pena menor.
El caso se dio a conocer luego de que una mujer, que ayudó a otra víctima de estos abusos, se acercara a la DDI de Quilmes en marzo pasado para contar lo que había ocurrido. "Yo hice la denuncia en marzo pero ellos ya se estaban moviendo porque había una denuncia anteriormente", expresó uno de los denunciantes.
El caso más impactante durante el juicio
"Me llevó a su habitación, puso Bob Esponja en la tele y me hizo acostar. Me pidió que jugara un juego y comenzó a tocarme. No podía dejar que este cínico siguiera cerca de niños vulnerables", manifestó la víctima que lo denunció cuando cumplió 18 años. El joven narró que los abusos los sufrió desde los 6 años ya que el acusado era cercano a su familia y eso hizo que "accediera" a él. "Era un amigo de la familia, le teníamos mucha confianza", dijo en el juicio.
En esa línea, recordó que se le acostó al lado y que le mostró sus genitales. “En ese momento quedé en shock y digo ‘¿qué estás haciendo? ¿Qué haces? ¿Qué quieres hacer? Después, al momento, me levanto y me dice ‘por favor, no vayas a contar a nadie’. En ese momento quede en shock y después de años lo puede contar. Pero nadie me creyó“, agregó.
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"Me siento angustiado y apenado por los chicos, las víctimas que a lo largo del tiempo hubo, por momentos me siento un poco culpable porque en ese momento si yo hablaba, no iba a pasar, no iba a haber tantos abusos con tantas víctimas", sentenció en una entrevista con la prensa.