El risotto es un plato tradicional italiano que se destaca por su textura cremosa y sabor delicado. La receta de risotto al estilo de Doña Petrona propone una preparación sencilla y accesible, ideal para quienes buscan resultados sabrosos sin complicaciones. La técnica y los ingredientes seleccionados hacen que esta versión sea una de las más prácticas y clásicas.
Ingredientes para preparar risotto de Doña Petrona
Los ingredientes necesarios para elaborar esta receta reflejan la simplicidad y calidad en la cocina casera.
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150 g de manteca
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1 cebolla
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2 dedalitos de azafrán
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400 g de arroz
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4 cucharones de caldo o agua
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Sal, a gusto
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6 cucharadas de queso rallado
Paso a paso para hacer risotto según Doña Petrona
La elaboración del risotto de Doña Petrona comienza con el dorado de la cebolla en manteca o aceite, proceso que permite liberar su dulzura natural y preparar la base del plato. A esta mezcla se le añade el azafrán, que debe ser utilizado con moderación para no dominar el sabor pero sí aportar su distintivo aroma y color dorado.
Luego, se incorpora el arroz previamente lavado y se saltea brevemente para que los granos queden impregnados de la manteca y los sabores. Seguidamente se añade el caldo o agua caliente, cuidando que la cocción se realice a fuego lento para que el arroz absorba el líquido gradualmente. El recipiente debe taparse, permitiendo que el arroz se cocine de 15 a 20 minutos aproximadamente hasta alcanzar una textura espesa y tierna.
En la última etapa de la cocción se agrega el queso rallado, que ayuda a darle la consistencia cremosa que caracteriza al risotto. Si durante la cocción el arroz absorbe demasiado líquido y se ve seco, es posible agregar más caldo para mantener la jugosidad adecuada. Al servir, se espolvorea un poco más de queso para realzar el sabor.
Consejos para el mejor risotto
Aunque la receta resulta sencilla, algunos consejos ayudan a obtener mejores resultados. Mantener el fuego bajo durante la cocción es fundamental para que el arroz no se pegue ni se cocine de forma desigual. La paciencia al agregar el caldo poco a poco garantiza que el grano libere su almidón y se logre la textura cremosa tradicional.
Además, el azafrán aporta no solo color sino un aroma especial, mientras que el queso rallado finaliza el plato con un toque untuoso y sabroso. Es importante evitar que la preparación quede seca, por lo que el agregado de caldo durante la cocción puede ajustarse según la necesidad.