Limpiar los oídos con hisopos tiene tres grandes riesgos para la salud: ¿cómo higienizarlos correctamente?

El principal riesgo es que al empujar la cera puede producir sordera. Las recomendaciones de los expertos para limpiarse los oídos correctamente.

03 de noviembre, 2025 | 18.34

Limpiarse los oídos con hisopos es una práctica habitual, pero pocos conocen que es una actividad que resulta peligrosa para la salud, ya que puede provocar "sordera, irritación e infección", según detalló el médico Jorge Tartaglione.

Los oídos son autolimpiantes y no se recomienda limpiarlos a fondo. “Lo más peligroso de este hábito es que, al emplear un hisopo, estás empujando la cera para adentro del oído”, explicó Tartaglione. En este sentido, "puede ser el inicio de una serie de malestares, como por ejemplo la aparición de zumbidos”, precisó el especialista.

Por lo tanto, solo debe limpiarse el exceso de cera visible en la parte externa de la oreja con una toalla o gasa después de la ducha. Además, se pueden emplear agua tibia o gotas específicas, pero nunca se debe introducir objetos como hisopos en los conductos auditivos.

¿Cómo se limpian los oídos correctamente?

En lo que respecta a otras alternativas para una correcta higienización de los oídos, con un trapo o una toalla mojada se evita una potencial inflamación o "escocedura en el área del oído", señaló el médico en diáloigo con LN+.

Algunas consideraciones a tener en cuenta si se extrae la cera por lavado:

  • Usar agua a temperatura corporal (el agua más fría puede producir mareo o vértigo breve, pero muy fuerte).
  • Sostener la cabeza erguida y enderece el conducto auditivo externo, sosteniendo la oreja y jalando suavemente hacia arriba.
  • Utilizar una jeringa para dirigir suavemente un pequeño chorro de agua contra la pared del conducto auditivo cerca del tapón de cerumen.
  • Inclinar la cabeza para permitir que drene el agua. Es posible que se necesite repetir la irrigación varias veces.

La limpieza de los oídos debe limitarse a la parte externa, antes o después de la ducha. En este caso se debe emplear una toalla suave. Si se experimenta dolor, zumbidos, la pérdida de audición u otros síntomas, se debe realizar la consulta médica.

“Lo más peligroso de este hábito es que, al emplear un hisopo, estás empujando la cera para adentro del oído”, explicó Jorge Tartaglione

Otra alternativa de limpieza son las gotas para los oídos, especialmente para quienes tienen el cerumen seco. Estas ayudan a ablandar la cera, por lo que se facilita su expulsión natural.

¿Qué otros riesgos existen si uso hisopos?

Además de producir sordera, irritación o infección, el uso de hisopos puede derivar en lesiones externas e internas: la piel del canal auditivo y el tímpano pueden sufrir raspaduras, cortes o perforaciones, esto último si el hisopo es suficientemente largo como para hacerlo provocando un dolor agudo y la posterior pérdida de audición.

¿Por qué tenemos cera en los oídos? ¿Para qué sirve?

La cera en los oídos cumple una función protectora vital. Según la doctora Alexandra Quimby, del Upstate University Hospital de Nueva York, está "compuesta por secreciones cutáneas, sudor y células muertas, actúa como una barrera natural contra irritantes, bacterias y hongos”, aseguró la especialista con New York Times.