Los viajes pueden ser una forma de buscar bienestar, distenderse, alejarse de la rutina y vivir nuevas experiencias. Si bien suelen relacionarse con momentos de relajación, recientemente cada vez más turistas tienen malestares emocionales al viajar. ¿Cuáles son los problemas de salud mental más habituales?
Ansiedad, ataques de pánico y fatiga: la importancia de salud mental de los turistas
Lejos de liberar estrés, muchas personas sufren ansiedad durante los viajes. Puede manifestarse, incluso antes de salir o durante la planificación, cuando el entusiasmo se mezcla con la presión de que todo salga perfecto. El miedo a los imprevistos, la inseguridad frente a lo desconocido y la sensación de perder el control activan síntomas como nerviosismo, insomnio, irritabilidad e incluso ataques de pánico. Además, si los viajeros padecen fobia a volar, el simple hecho de subir a un avión puede volverse traumático.
También existe la llamada “fatiga del turista”, provocada por itinerarios exigentes, presión por aprovechar cada segundo y la expectativa —a veces irreal— de vivir una experiencia perfecta. En ese sentido, son frecuentes el jet lag y los desajustes del reloj biológico ante la falta de descanso. En viajes largos o con cambios bruscos de clima y rutina, cuerpo y mente suelen necesitar más tiempo de adaptación del que el itinerario permite.
La tensión constante por un viaje perfecto sumada al cansancio físico, puede generar saturación emocional en plena vacación. Irónicamente, muchas personas regresan más agotadas de lo que se fueron.
A veces estas manifestaciones son pasajeras, pero en otras ocasiones requieren atención médica. “Los ataques de pánico o ansiedad severa que no ceden, episodios de desorientación, reacciones emocionales extremas como el llanto incontrolable o el miedo paralizante, el insomnio persistente y las alteraciones en el estado de ánimo requieren una consulta médica”, explica la Dra. Mariana Moreno, médica psiquiatra (MN 90785 - MP 446207) de Celeste Asistencia en Viajes, una cobertura que atiende este tipo de emergencias.
Cuáles son las recomendaciones para un viaje mentalmente saludable
La psiquiatra Mariana Moreno ofreció una serie de recomendaciones para vivir los viajes más relajados y sin tanto estrés. Entre los diferentes consejos señaló:
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Planificar con flexibilidad: tener una guía general del viaje ayuda, pero es importante dejar espacio para imprevistos, descansos y decisiones espontáneas.
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Evitar sobrecargar el itinerario: no es necesario verlo todo. Tomarse tiempo para descansar o simplemente “no hacer nada” también es parte del viaje.
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Cuidar las horas de sueño: mantener cierta regularidad, especialmente los primeros días tras un vuelo largo, favorece el equilibrio físico y emocional.
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Hacer espacio para relajar la mente: llevar herramientas personales que contribuyan a la calma y el bienestar, como música, libros, técnicas de respiración o una libreta para anotar pensamientos.
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Buscar conectar con otras personas: en el caso de viajar solo, participar en actividades grupales o compartir espacios puede generar momentos valiosos de contención.
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Hablar sobre lo que se siente: reconocer y expresar los malestares emocionales es un paso clave. Ante antecedentes de salud mental, consultar con un profesional antes de viajar es fundamental.
“La necesidad de asistencia emocional ha crecido en los últimos años, sobre todo en contextos post-pandemia, en viajes largos y en solitario, o cuando el viajero se enfrenta a situaciones de estrés acumulado que superan su capacidad de adaptación, como puede ocurrir ante imprevistos, cambios bruscos de clima o barreras idiomáticas”, afirman desde Celeste Asistencia en Viajes.
Los especialistas coinciden en que reconocer estos malestares es clave para abordarlos y evitar que empañen una experiencia que, bien planificada, sí puede ser profundamente reparadora. Viajar no debería ser una prueba de resistencia, sino una oportunidad de reconexión con uno mismo y con el mundo.