Qué tipo de demencias existen: en qué se diferencia el Alzheimer, la demencia vascular y la frontotemporal

La aparición de olvidos o ciertas conductas suelen responder a un diagnóstico de demencia, pero no siempre se debe a la edad. Cuáles son los tipos.

11 de agosto, 2025 | 10.15

Más de 55 millones de personas viven con demencia en el mundo y se estima que cada año se suman cerca de 10 millones de casos nuevos, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Suele considerarse de manera errónea que siempre se trata de demencial senil. ¿Qué tipos existen en realidad?

Qué tipos de demencia existen y por qué no es solo la senil

La aparición de conductas, olvidos o cambios llamativos suelen responder a un diagnóstico de demencia. Esta patología no se presenta de una única forma, sino que existen diversas causas, síntomas y antecedentes clínicos que determinan su evolución. Entre los diferentes tipos se encuentran:

  • Demencia tipo Alzheimer: Su diagnóstico no depende de un solo estudio, sino de evaluaciones clínicas, entrevistas a familiares y observación de síntomas como desorientación temporo-espacial, fallas de memoria recurrente sin noción de ello, dificultades en la memoria reciente o de procedimiento, etc.
     
  • Demencia vascular: Es la patología ocasionada por lesiones cerebrales producidas por accidentes cerebrovasculares (ACV), con o sin síntomas. En algunos casos la persona puede tener un ACV con causas notorias y de posible rehabilitación. En otros, se pueden producir micro infarto cerebrales que no evidencian a simple vista síntomas, pero que con el paso del tiempo van deteriorando y dañando diversas áreas del cerebro.
     
  • Demencia frontotemporal: Al dañarse el cerebro por diferentes causas en la parte frontotemporal pueden evidenciarse cambios de conducta y actitudes debido a que esta zona del cerebro es la que controla el juicio moral o el sistema de valores. Entre los síntomas característicos se encuentran: cambios de carácter o conductas inadecuadas, pérdida de juicio moral, desinhibición, agresividad, cambios de lenguaje (agresivo o inapropiado), entre otros.

También existen formas mixtas, donde coexisten dos o más tipos. Por eso, el diagnóstico preciso es esencial para anticipar la evolución y diseñar un plan de cuidados que acompañe adecuadamente a la persona y a su entorno.

Qué tipo de demencias existen: en qué se diferencia el Alzheimer, la demencia vascular y la frontotemporal


“Las familias no pueden hacerse cargo de esto por innumerables razones incluso partiendo de la idea que en la actualidad ya no existe el rol de la mujer cuidadora como existía años atrás, porque la mujer hoy está inserta en el mundo laboral a la misma altura que los hombres y en muchos casos son sustento de hogares uniparentales”, apunta la Lic. en Gerontología Graciela Spinelli del Centro Los Pinos.

¿Cómo puede prevenirse la demencia?

Spinelli remarca la necesidad de aclarar el concepto de “demencia senil” que no explica realmente las causas de los diferentes tipos demencia. “Esta expresión da a entender erróneamente que una persona desarrolla demencia solo por el paso del tiempo y eso no es así", señala la experta.

Un informe de la Comisión Lancet sugiere que hasta el 40% de los casos de demencia podrían prevenirse o retrasarse si se eliminaran ciertos factores de riesgo conocidos. Entre ellos:

  • Hipertensión arterial
  • Pérdida de audición
  • Depresión
  • Inactividad física
  • Diabetes
  • Aislamiento social 
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Traumatismos craneales
  •  Contaminación atmosférica, entre otros.

“En la actualidad, llegan personas con deterioro que no responde a causas neurológicas típicas, sino a una vida entera atravesada por el abuso de alcohol, adicciones al juego compulsivo o al cigarrillo”, explica Spinelli y afirma: “Estos temas parecen ser aprobados o naturalizados por la sociedad en su conjunto, pero cuando una persona con estas características de conducta llega a sus 80 o 90 años y más, son un desafío para todo el equipo profesional y evidencian la necesidad de ampliar la mirada hacia los hábitos sostenidos a lo largo de la vida”.

Qué tipo de demencias existen: en qué se diferencia el Alzheimer, la demencia vascular y la frontotemporal

Acompañamiento familiar: las 10 claves para transitar el proceso con empatía

La especialista explica que demencia se instala sobre una persolidad previa de la persona, por lo que no hay dos casos iguales. En ese sentido, un diagnóstico certero permite anticiparse, contener y construir estrategias de cuidado. Así, se puede ofrecer un acompañamiento ajustado a cada persona, a sus emociones y también a las posibilidades de su entorno.

Spinelli recomienda tener presentes las siguientes claves para acompañar a pacientes con esta patología:

  1. Conciencia de la enfermedad: Es fundamental que tanto la persona afectada como su familia reconozcan y comprendan la enfermedad para poder abordarla adecuadamente.
  2. Escucha empática: Proporcionar espacios donde las personas afectadas y sus familias se sientan escuchadas, respetadas y comprendidas es crucial para brindar apoyo emocional.
  3. Validación de sentimientos: Reconocer y validar los sentimientos de todas las partes involucradas puede ayudar a disminuir la negación y el enojo.
  4. Atención a las necesidades subyacentes: Los comportamientos problemáticos pueden ser una forma de comunicar necesidades no satisfechas, como dolor, incomodidad o necesidad de afecto.
  5. Diferenciar conducta de sentimiento: Entender la diferencia entre el comportamiento observable y los sentimientos subyacentes permite abordar los problemas conductuales de manera más efectiva.
  6. Comunicación abierta y profesional: Facilitar espacios para expresar miedos e incertidumbres, junto con la orientación profesional y la escucha compasiva, puede reducir la ansiedad y fortalecer la confianza.
  7. Apoyo emocional constante: Reconocer que tanto la persona afectada como sus seres queridos pueden experimentar cambios emocionales durante el proceso, y brindar apoyo continuo.
  8. Adaptación y flexibilidad: Aceptar que la persona afectada puede comportarse de manera diferente debido a la enfermedad y encontrar formas creativas de abordar los desafíos diarios.
  9. Valorar el humor: Utilizar el humor como herramienta para aliviar tensiones y mejorar el estado de ánimo de todos los involucrados.
  10. Compromiso de acompañamiento: Reconocer que todos los integrantes de la familia están en este proceso juntos y comprometerse a brindar apoyo, comprensión y calma a lo largo del camino.