El yoga ganó mucha popularidad en el último tiempo, ya que es una de las pocas actividades que permite frenar en medio de una sociedad acelerada y en la que se exige perfección todo el tiempo. En este contexto, realizar rutinas de ejercicios o practicar deportes se vuelve cada vez más complicado cuando no se cuenta con una amplia disponibilidad horaria.
Al ser flexible, el yoga puede practicarse en casa de manera autónoma o guiado por un profesor de forma virtual. De manera presencial, muchos encuentran un espacio para frenar, respirar y reconectar con el cuerpo, la mente y las emociones. Además, esta actividad no solo permite movilizarse, sino que también se convirtió en un complemento de otras disciplinas como el running, el ciclismo, el Hyrox o el CrossFit.
Según el experto David Blázquez, consignado por Cuidate Plus, el yoga "mejora la movilidad, previene lesiones, acelera la recuperación y potencia la concentración. Además, enseña a respirar mejor y a escuchar el cuerpo, lo que se traduce en un rendimiento más eficiente”.
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"Es mucho más que una serie de posturas, es una filosofía de vida que nos invita a reconectar con nosotros mismos”, sostiene Blázquez.
¿Qué posturas puedo hacer para movilizar mi cuerpo?
Si bien el yoga tiene muchas posturas que favorecen a la movilidad del cuerpo y su fortalecimiento, algunas son específicas para prevenir dolencias o mejorar el estado anímico. En este sentido, hay una postura que favorece la digestión y fortalece el cuerpo de manera sencilla.
Hay tres movimientos que recomienda el especialista:
- Gato-Vaca: el cuerpo debe estar en cuadrupedia, alternar entre arquear y redondear la espalda. Es ideal parra liberar tensiones y activar la columna.
- Guerrero II: con esta postura se fortalecen las piernas, abre las caderas y mejora el enfoque. Hay que separar las piernas, girar el pie delantero a 90 grados y el trasero a 90 hacia dentro. Después, flexionar la pierna delantera hasta formar un ángulo de 90 con el tobillo alineado con la rodilla, mantener la pierna trasera estirada y extender los brazos paralelos al suelo, mirando la mano delantera.
- Torsión sentada: desde el duelo se gira suavemente el torso. Esta postura ayuda a estimular digestión y mejorar la movilidad espinal.
Ahora, muchos se preguntarán por la frecuencia con la que se debe realizar esta práctica. Lo recomendable es realizarla de tres a cinco veces por semana, pero con 10 o 20 minutos al día se pueden notar cambios, ya que la clave reside en la regularidad antes que en la duración.
